Vale la pena perder la cordura.
Alterar el ritmo de las estaciones
y deleitarnos en las diferencias.
Renegar de lo establecido
y crear un nuevo y prodigioso ciclo.
Vale la pena negar la imposibilidad.
La desnudez del invierno
y la calidez del estío.
El esplendor del otoño
y el resurgir de la primavera.
Vale la pena perder la cabeza.
No conocer el frío
y si el fuego provocado.
Lucir para ti mi piel
y calmar tu sed.
Vale la pena perder la lucidez.
Convertir en infinito el día
y hacer nuestra la noche.
Trazar en tu cuerpo mi locura
y firmar el pacto del deseo.
Vale la pena perder el pudor.
Rendirme a la inquietud de tus manos
y entregarme al ímpetu de los besos.
Ofrecerte mis ávidos labios
y brindarte la excitación de los sentidos.
Vale la pena perder la cordura.