¿La razón?

Que la primavera la sangre altera es un hecho irrefutable, por lo menos eso dicen los expertos.
Pero yo creo que no es necesario que llegue la primavera para sentir cosas nuevas, diferentes, imprevisibles, olvidadas, y por tanto casi desconocidas.

El corazón va por libre, no le importa lo que pienses o que intentes hacerle entrar en razón.
¿Pero qué es la razón? ¿Lo qué nos han inculcado? ¿Lo qué la sociedad determina? ¿La diferencia entre lo que está bien o lo que está mal? ¿Y esto quien lo decide?

¿De verdad amamos con la razón presente?
No, cuando el amor aparece también lo hace la sinrazón. Desaparecen las normas, las leyes que creemos vitales, luchamos porque no desaparezca aunque sepamos que nada es eterno y por eso lo vivimos al limite. Nos da escalofríos su sola presencia, soñamos despiertos cada segundo, se nos eriza la piel pensando en el momento del encuentro y lo alargamos por temor a la despedida.
Está presente cada mirada, cada palabra no pronunciada, cada beso no besado, el abrazo inexistente, el calor que se vuelve frío y el dolor de la ausencia, porque nuestro sentimiento no es más que un sueño y de repente, despertamos.

No sé si los sueños se encuentran, pero el amor no deja de ser eso, un sueño que se cumple ... o no.