Reír de verdad

¿Conocéis las risas?
Las de verdad, esas que producen lagrimas, las que provocan dolor de estomago, que hacen que te dobles y te duele hasta mandíbula de tanto reír.
Las que se ocasionan ante situaciones cómicas, diálogos absurdos, anécdotas, chistes, ... Las que convierten ese instante en algo especial, único, inolvidable y cuando los recuerdas sonríes por los buenos momentos.

Quiero volver a reír así.
La sonrisa va apareciendo lentamente, muy despacio, más de lo que quisiera. Por eso quiero volver a reír de verdad, quiero llorar de risa, necesito encogerme por más que me duela el estomago de tanto reír.
Ya no soporto las lagrimas de dolor. Me cansé de tanta tristeza. Quiero lágrimas de risa y felices. Necesito sonreír al recordar cada uno de esos instantes porqué los hay, escondidos pero están, sólo tengo que encontrarlos.

Así es que si encontráis una sonrisa perdida, es mía. La perdí y ando buscándola desesperadamente.
Forma parte de mi, de mi vida, de mi imagen, de mi ánimo, sin ella no soy yo y mi corazón.
No la tiréis, no la piséis, es muy valiosa. Sólo tenéis que buscarme y entregármela, la colocaré en su sitio ahora vacío y volverá a lucir como siempre lo hizo.

Os lo agradeceré infinito.