En unas horas (más o menos) daremos la bienvenida a un nuevo año.
¿Qué dejamos atrás?
Un año más.
Ummm, ... 8 letras, tres palabras, ... Demasiado simple ¿Verdad?
Han sido 366 días en nuestras vidas y cada uno de ellos diferente.
Hemos aprendido, reído, llorado, caímos y nos levantamos, agradecimos, conocimos, hicimos amigos, comenzamos y finalizamos, mantuvimos o perdimos la ilusión, descubrimos y nos sorprendimos, etc.
Llegaron vidas nuevas para llenar la nuestra de felicidad, y otras permanecerán siempre con nosotros en el corazón.
Hay tantas cosas que ocurren en un año que no es sólo uno más.
Cuando recibimos al 2012, con la euforia del cava o el champán o la sidra, y el inicio de un año por descubrir, hicimos lo que hacemos siempre: firmes propósitos.
Con el permiso de Sabina, yo tengo un cajón de la firma Pandora, que no la caja, en el que guardo mis propósitos. Al llegar estas fechas toca abrirlo y hacer limpieza.
Los que no conseguí van fuera, a la basura. Los que llevé a cabo vuelvo a guardarlos con cuidado, organizándolos de tal manera que puedan entrar los de este año.
Resumiendo, que tengo un cajón de la firma Pandora,
tiempo y teclas queriendo, es decir, palabras sin horas,
sin contar los apuntes, los trazos, las evocaciones,
los cuadernos borrachos de vida que escribo a diario.
(Adaptación totalmente libre, está clarísimo, de la 1ª estrofa de la canción 'Resumiendo' de J. Sabina)
¿Qué busco o espero del nuevo año? Poco, nada, y mucho. Supongo que como todos.
Pero voy a tratar de ser realista.
Bueno, voy a darle un voto de confianza.
Mejor no, prefiero tener ilusión.
Ya podemos cambiar la llave nº 20 del llavero 12 para estrenar uno nuevo, el 13, o el 12+1 para los supersticiosos.
Nos tocaba crecer y crecimos, vaya si crecimos,
cada vez con más dudas, más viejos, más sabios, más primos,
pero todo se acaba, ya es hora de decirte ciao 2012,
pero todo empieza, ya es hora de decirte ¡Hola 2013!
¿Qué dejamos atrás?
Un año más.
Ummm, ... 8 letras, tres palabras, ... Demasiado simple ¿Verdad?
Han sido 366 días en nuestras vidas y cada uno de ellos diferente.
Hemos aprendido, reído, llorado, caímos y nos levantamos, agradecimos, conocimos, hicimos amigos, comenzamos y finalizamos, mantuvimos o perdimos la ilusión, descubrimos y nos sorprendimos, etc.
Llegaron vidas nuevas para llenar la nuestra de felicidad, y otras permanecerán siempre con nosotros en el corazón.
Hay tantas cosas que ocurren en un año que no es sólo uno más.
Cuando recibimos al 2012, con la euforia del cava o el champán o la sidra, y el inicio de un año por descubrir, hicimos lo que hacemos siempre: firmes propósitos.
Con el permiso de Sabina, yo tengo un cajón de la firma Pandora, que no la caja, en el que guardo mis propósitos. Al llegar estas fechas toca abrirlo y hacer limpieza.
Los que no conseguí van fuera, a la basura. Los que llevé a cabo vuelvo a guardarlos con cuidado, organizándolos de tal manera que puedan entrar los de este año.
Resumiendo, que tengo un cajón de la firma Pandora,
tiempo y teclas queriendo, es decir, palabras sin horas,
sin contar los apuntes, los trazos, las evocaciones,
los cuadernos borrachos de vida que escribo a diario.
(Adaptación totalmente libre, está clarísimo, de la 1ª estrofa de la canción 'Resumiendo' de J. Sabina)
¿Qué busco o espero del nuevo año? Poco, nada, y mucho. Supongo que como todos.
Pero voy a tratar de ser realista.
Bueno, voy a darle un voto de confianza.
Mejor no, prefiero tener ilusión.
Ya podemos cambiar la llave nº 20 del llavero 12 para estrenar uno nuevo, el 13, o el 12+1 para los supersticiosos.
Nos tocaba crecer y crecimos, vaya si crecimos,
cada vez con más dudas, más viejos, más sabios, más primos,
pero todo se acaba, ya es hora de decirte ciao 2012,
pero todo empieza, ya es hora de decirte ¡Hola 2013!
¡FELIZ AÑO 2013! ¡FELIZ VIDA!