Camarón de la Isla o
Camarón (1950-1992) Que grande ¡Enorme!
Madre mía, ¡Uf! escribir sobre él son palabras mayores.
No soy experta en flamenco, ni mucho menos en cante jondo,
el más profundo de los sentimientos y el más andaluz.
Ni siquiera he aprendido a diferenciar los distintos palos
(estilos), pero si escucho, y hay
quejíos que se clavan en el corazón porque el cantaor rompe el suyo con la voz.
Camarón se llevó sus quejíos, esos
"ay" que llora el alma y se quiebran en la garganta.
Quedan sus grabaciones, evidentemente, pero quien tuvo la suerte de verle cantar aun siente un
"no puedo explicarlo" de emoción. El duende del flamenco no se escucha en un disco, se ve y se siente con el cante, la guitarra, las palmas, y en directo.
¿Ha sido el mejor? Bueno, depende a quien se pregunte. Fue diferente y especial. Se adelantó a su tiempo, y con su reconocida genialidad, sintió un cante que no gustó a los puristas pero si obtuvo la aprobación del público.
¿Revolucionó el flamenco? Sin duda, pero ese mérito no se le debe adjudicar sólo a él, sería injusto no reconocer que Enrique Morente
(1940-2010) contribuyó en la misma medida.
El Lebrijano, El Cabrero, El Habichuela, La Canastera, Estrella Morente, José Mercé
(mi debilidad), etc. Han tenido y tienen más que sentimiento en el alma, el corazón y la voz, son puro cante, un escalofrío que te recorre desde esa primera letra entonada. Y lo más importante, ese duende único y especial que sólo tienen los más grandes, por eso están en el Olimpo del cante ¡Ole y Ole!
Realmente algo estaba alejando al publico del flamenco, cada vez eran menos los aficionados a un estilo de música que, además, se limitaba a los muy entendidos y, éstos, querían el cante que consideraban "
el de verdad"
Y llegó Camarón, para disgusto de los más ortodoxos y alegría para quienes desconocían el tipo de música que escuchaban pero les gustaba, empezaron a comprar sus discos y aprendieron una nueva palabra: Flamenco.
Muchos grupos y solistas de ahora, continúan evolucionando, investigando y creciendo. Añadiendo nuevos instrumentos, sonidos que en algún momento de la historia formaron parte de nuestra música.
Si, Camarón inició un camino que le dio muchas alegrías y le costó duras criticas. Los que han venido después han llegado con el espíritu y el valor Camarón ya luchado.
Fue su encuentro con el gran Paco de Lucia lo que dio un giro a su carrera. Ahora si, era el momento de dar salida al genio de quien fue niño prodigio, y nadie mejor que el maestro de Lucia para encauzarlo.
Camarón ya era adorado y criticado, estaba en el inicio de lo que sería la revolución del cante.
En cada actuación, siempre a su lado, sonaba también el arte, el de las seis cuerdas. Perfectamente afinadas y rasgadas con el mismo quejío de Camarón. Pasión, la misma, flamenco en la piel, fervor en el corazón. Su hermano del alma, como él le llamaba, el guitarrista Tomatito.
Decir Camarón es como decir Él, no hay otro, es único.
Acompañó y le acompañaron en el escenario los más grandes. No podía ser de otra manera, el Mundo estaba rendido a su arte.
Su repentina muerte creó la leyenda, el mito Camarón.
Sabéis que soy muy visceral y me pierde la pasión. Camarón saca esa pasión mía y más.
Casi igual que me emociona el acorde de un violín, un piano o una guitarra, determinada frase de una canción, u otro estilo musical.
Pero la creación de leyendas y mitos, no sólo la de Camarón, me da cierto respeto.
Definición del Diccionario de la lengua Española - RAE
Leyenda:
4 (f).- Relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos.
Mito:
2 (m).- Historia ficticia o personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal.
3 (m).- Persona o cosa rodeada de extraordinaria estima.