¡Cuanto me gustaría que dejaran de ser necesarios los "Día de"!
No me interpretéis mal, no hablo de vivir en un Mundo perfecto, eso ni es posible ni lo quiero, son precisamente nuestras imperfecciones las que nos hacen increíbles, es más bien la necesidad de justicia, equilibrio o respeto.
Ni siquiera esta crisis tan manipulada me parece ahora mismo importante, es una más, similar a otras que hemos pasado y que, lamentablemente, volveremos a pasar.
Me conformo con trabajar, cobrar a fin de mes, poder pagar las facturas, tener para los gastos necesarios y seguir viviendo.
Sé que soy afortunada y no me quejo.
Pero ¿Qué pasaría?:
- Si las diversas religiones se limitaran a ser exclusivamente un refugio para el espíritu. La fe debe ser eso, proporcionar paz, alimentar la solidaridad y fomentar la convivencia, resumiendo, debería hacernos mejores personas. Pero no es así ni lo será mientras sigan participando en política y queriendo ser únicas y exclusivas.
Respeto a los creyentes pero no a las instituciones, y mucho menos cuando me piden colaboración mientras ellos derrochan a manos llenas, o intentan decirme lo que debo hacer en nombre del Dios correspondiente aunque no sea justo.
- Si los gobiernos dejaran de fabricar y vender armamento para dedicar esos recursos a la salud y educación de aquellos que lo necesitan para sobrevivir. ¿Una utopía? Bueno, en el momento que dejaran de intentar imponerse a todos, de acumular tanta riqueza como se les permita, de obsesionarse por lineas imaginarias o por lo que hace el país vecino quizás no parecería tan descabellado.
Se me cae la cara de vergüenza y se me hace un nudo en el corazón cuando celebramos el Día Universal de la Infancia mientras mueren millones de niños por hambre y falta de recursos, o siguen siendo víctimas de los más abyectos negocios. Eso si, para conseguir una Declaración de los Derechos del Niño se reunieron todos los poderosos, se sentaron en cómodos sillones, descansaron para comer bien y siguieron discutiendo para, al final, poner su firma en un documento que nunca volvieron a leer.
O cuando como ayer, hablamos del Día contra la Violencia de Género mientras hay mujeres que siguen siendo víctimas de sus agresores porque la justicia está bloqueada o parada o cierra los ojos. Debe ser realmente complicado aplicar o modificar la ley cuando es necesario, porque no soy capaz de asimilar que día tras día sigamos escuchando que alguien ha muerto a manos de otro.
No pretendo un paraíso solo un Mundo más humano, solo eso.
No me interpretéis mal, no hablo de vivir en un Mundo perfecto, eso ni es posible ni lo quiero, son precisamente nuestras imperfecciones las que nos hacen increíbles, es más bien la necesidad de justicia, equilibrio o respeto.
Ni siquiera esta crisis tan manipulada me parece ahora mismo importante, es una más, similar a otras que hemos pasado y que, lamentablemente, volveremos a pasar.
Me conformo con trabajar, cobrar a fin de mes, poder pagar las facturas, tener para los gastos necesarios y seguir viviendo.
Sé que soy afortunada y no me quejo.
Pero ¿Qué pasaría?:
- Si las diversas religiones se limitaran a ser exclusivamente un refugio para el espíritu. La fe debe ser eso, proporcionar paz, alimentar la solidaridad y fomentar la convivencia, resumiendo, debería hacernos mejores personas. Pero no es así ni lo será mientras sigan participando en política y queriendo ser únicas y exclusivas.
Respeto a los creyentes pero no a las instituciones, y mucho menos cuando me piden colaboración mientras ellos derrochan a manos llenas, o intentan decirme lo que debo hacer en nombre del Dios correspondiente aunque no sea justo.
- Si los gobiernos dejaran de fabricar y vender armamento para dedicar esos recursos a la salud y educación de aquellos que lo necesitan para sobrevivir. ¿Una utopía? Bueno, en el momento que dejaran de intentar imponerse a todos, de acumular tanta riqueza como se les permita, de obsesionarse por lineas imaginarias o por lo que hace el país vecino quizás no parecería tan descabellado.
Se me cae la cara de vergüenza y se me hace un nudo en el corazón cuando celebramos el Día Universal de la Infancia mientras mueren millones de niños por hambre y falta de recursos, o siguen siendo víctimas de los más abyectos negocios. Eso si, para conseguir una Declaración de los Derechos del Niño se reunieron todos los poderosos, se sentaron en cómodos sillones, descansaron para comer bien y siguieron discutiendo para, al final, poner su firma en un documento que nunca volvieron a leer.
O cuando como ayer, hablamos del Día contra la Violencia de Género mientras hay mujeres que siguen siendo víctimas de sus agresores porque la justicia está bloqueada o parada o cierra los ojos. Debe ser realmente complicado aplicar o modificar la ley cuando es necesario, porque no soy capaz de asimilar que día tras día sigamos escuchando que alguien ha muerto a manos de otro.
No pretendo un paraíso solo un Mundo más humano, solo eso.