18 octubre 2011

¿Bailamos?

 ¿Bailamos?

- ¿Bailamos?
- Pero …  si no nos conocemos.  
- Nos conoceremos.
- ¿Y los obstáculos que nos rodean?  
- Los saltaremos.
- La gente nos mirará.
- ¿Acaso importa?
- No quiero que me juzguen.
- No lo harán, me encargaré de que así sea.
- Verán como me coges de la mano mientras sujetas mi cintura.
- Sólo con mirarte ese ha sido mi deseo.
- Me halagas.
- No es halago, confieso lo que sentí al verte.
- ¿Y sólo con mirarme sentiste?
- Más de lo que las palabras pueden decir.
- Acepto. Me gustaría bailar.
- Pues bailemos hasta el amanecer.
- ¿Podemos bailar sin peligro?  
- Déjate llevar. Nada ni nadie nos interrumpirá.
- ¿Como si estuviéramos solos?
- Cierra los ojos. Ya estamos solos.
- Bailemos entonces. 

Seguir leyendo »

16 octubre 2011

Que nadie se equivoque

El interior secreto: Que nadie se equivoque

Que nadie se equivoque. 
Soy frágil si, quizás en exceso, pero conozco la realidad.
Mantengo sueños e ilusiones sabiendo que son sólo eso.
Quiero que las cosas cambien y lucho por ello.
Me urge que la tristeza se vaya, que desaparezca.
La autoestima se fue, la busco y la encontraré, volverá.
Querer es un sentimiento que no es reciproco.
Soy amiga de mis amigos, y si se vuelven enemigos los olvido.
No me gustan las despedidas inexplicables.
Amo de verdad, sin remedio, sin medida, soy consciente.
Me entrego entera, sufro cuando hay abuso o rechazo.
Perdono el daño, pido perdón por mis errores. Mi corazón olvida.
Guardo los buenos recuerdos, los malos empiezo a descartarlos.
Revivo lo que tenía olvidado, sentir y ser feliz, mi corazón se queda con eso.
Mi caja de felicidad que esta repleta, la abro en ocasiones, no quiero que se escape.

Que nadie se equivoque.
Sé quien soy y llevo la cabeza alta.
Sé quien soy y miro de frente.
Sé quien soy y lo que quiero,
Sé lo que hay y no me engaño.

Que nadie se equivoque. 
Soy yo y lo seguiré siendo.
A pesar de las piedras que me encuentro en el camino.
A pesar de las caídas de las que, con el tiempo, me levanto.
A pesar de los obstáculos que me ponen o encuentro.


Que nadie se equivoque. 
Soy frágil si, quizás en exceso, pero soy yo.


Seguir leyendo »

14 octubre 2011

Quiero regalarte

Quiero hacerte un regalo envuelto en la caja más hermosa  por si prefieres guardarlo.


Quiero regalarte
Cumplir cada uno de tus sueños.
Mirada limpia y sincera en la que veras tu reflejo.
Sonrisa sin nada que ocultar que te contagie mi alegría de estar juntos.
Mi cuerpo para que juegues con él y des vida a tus deseos inconfesables.
Silencio para escucharte.
Mis labios dispuestos para tus besos cuando así lo desees.
Mis manos para acariciarte siempre que necesites.
Unión en la excitación y culminación.
Estar siempre a tu lado.
Las palabras y susurros que quieras escuchar.
Desaparecer cuando estorbe, pero siempre presente a tu lado, aunque no lo sepas ni me veas, seré tu sombra invisible esperando que me reclames.

Te regalo mi yo completo que te siente a todas horas, en sueños y despierta. Eres libre de lo que quieras hacer con él.


Este es mi obsequio. Si deseas más sólo tienes que pedirlo. Cumpliré con aquello que solicites.

Esta es mi pequeña ofrenda para hacer, si quieres, que seas feliz.

Seguir leyendo »

10 octubre 2011

Mientras leía, recordaba

Mientras leía, recordaba
Feder era un hermoso y alegre trébol verde que nació una mañana de primavera al  de un enorme jardín. Nada más nacer Feder soñaba con tener una vida repleta de sol y de agua en compañía de los demás tréboles y disfrutando de lo que suponia un futuro lleno de esperanza y alegría. Sin embargo, el sueño de Feder se desvaneció cuando se dio cuenta de que mientras todos sus amiguitos tenían tres hojas, él tenia cuatro. ¿Por qué soy diferente? ¿Por qué no puedo ser como los demás?Feder preguntó y preguntó a todos sus amigos, pero nadie sabia contestarle, nadie tenia respuestas para Feder.El tiempo pasaba Feder iba creciendo y sus amigos, poco a poco, iban dejandole a un lado ¡Él no era como el resto! Era un trébol diferente un trébol trébol raro.Le habían dejado aquella historia para que la leyera, un cuento con el que se sentía identificada. Había pasado casi diez años ¿ya? Aun lo recuerda como si hubiera sido ayer.
Tenia en la cabeza aquel verano y aquella conversación en la que decidían que era el momento de ir a por un hijo y ¿para que esperar? en ese mismo momento se pusieron a ello. Eran felices y un niño aumentaría esa felicidad. Aquel primer intento fue suficiente, estaba embarazada.

Fue un buen embarazo, sin molestias ni malestares. La doctora le decía en cada visita que todo iba bien, incluso cuando ella le pidió que le hicieran una amniocentesis la convenció de que no era necesario, que no entraba dentro del grupo de riesgo. Sólo quedaba esperar el feliz nacimiento de su hijo, porque ya sabían que era un niño.
Un día de mucha lluvia, Feder conocio a uno de los treboles mas viejos del jardín, este trebol enseguida despertó la curiosidad de Feder, ya que a diferencia del resto él no se sorprendió al ver "lo especial que era". ¿Sabes por qué soy diferente? pregunto enseguida Feder.Entonces el trébol de forma serena y pausada asintio, y le contesto: "Querido Feder debes saber que de cada 10.000 tréboles, nace uno que tiene cuatro hojas. Todavía los más mayores del lugar desconocemos la causa exacta, pero algunos arboles centenarios apuntan a que pueden ser los genes que corren por tus raices los que te hacen ser distinto". Fue entonces, cuando el trébol viejo con lagrimas en los ojos le explicó:"los tréboles de cuatro hojas tienen una esperanza de vida muy corta. Al ser tan especiales y maravillosos, los seres humanos deciden cortarlos y utilizarlos como amuletos de la buena suerte. Esto hace que casi ningún trébol sobreviva.Entonces Feder pregunto, ¿No puedo hacer nada para solucionarlo?.Por supuesto "puedes buscar a otros tréboles en tu misma situación y uniros para defender vuestro derecho. Podeis luchar para que el resto de los tréboles de tres hojas descubran que la diferencia os hace hermosos y especiales".Y fue después de escucharlo cuando Feder más fuerza tenia, cuando más vida quería vivir, cuando sobre él se ciñó una gran sombra negra. Una mano humana se abalanzó sobre Feder dispuesto a arrancar de cuajo todas sus ilusiones.
Y llegó el momento, carreras al hospital, demasiado pronto para la epidural, ahora tienes fiebre y tampoco te la podemos poner, demasiados dolores, demasiado tiempo, demasiado cansada. Y tras muchas horas de parto deciden que hay que hacer una cesárea, algo no iba bien pero no pudo entender el qué.

Cuando despertó estaba en la UCI, tendría que estar allí un día.
- ¿Pero ... y mi hijo?
- No te preocupes, está bien, sólo que le falta un poquito de peso y está en la incubadora.
- ¿Pero no puedo verlo?
- Tranquila, cuanto antes te recuperes antes le verás, tranquila.

¿Tranquila? ¡sólo quería ver a su hijo! quería ver con sus propios ojos que su hijo estaba bien. Al día siguiente la pasaron a una habitación en la que estaba sola, la extrañó por que en La Paz las habitaciones son compartidas, dos madres en cada una, pero bueno, mejor, así estaría más cómoda. A lo mejor era por la cesárea. Tampoco pudo ver a su hijo aquel día.
- No debes moverte, ten paciencia, todo está bien.
- ¿Y como es?
- Tiene mucho pelo y muy moreno ¡es precioso!
- ¿Y te han dejado cogerlo?
- No, está en la incubadora y de momento sólo dejan entrar a verle. Tranquila, mañana le verás.
Todo se iba ha acabar para nuestro amigo, cuando una voz de un niño resonó con fuerza en el aire, "Papa no arranques ese , ¿Por qué no lo dejas en el jardín y cada día venimos a mirarlo para ver como crece?"Fue entonces cuando el niño se acerco a Feder y con su mano le acaricio suavemente. Ese niño le salvado, le había devuelto la esperanza.Y justo mientras estaba dando gracias por poder seguir con vida Feder se percató de un curioso detalle: el niño que le había salvado y que le había acariciado con tanta ternura, no era como el resto de los niños, que Feder conocía. Ese niño era tan especial como él. Tenia la cara diferente, los ojos rasgados y una enorme sonrisa.
Y llegó mañana, y con el nuevo día una visita inesperada. Era una psicóloga, acompañada de la enfermera. Cerraron la puerta y se cayo el Mundo.

Nadie la había preparado para aquello ¡nadie le hablo de ninguna posibilidad! No entendía nada, no sabía como afrontar tanta información, llegó a un punto en que ni siquiera escuchaba ¡Su hijo, su esperado y querido niño había nacido con un gen de más! Su adorado bebé había nacido con Síndrome de Down.

Habían sido años de pruebas, amor, dudas, cariño, aceptación, ilusión, terapias de estimulación, alegría, logopedas, cariño, lucha, abrazos, ingresos en el hospital, inocencia, progresos, información, besos, ...
No cambiaría a su hijo por nada del mundo, es lo mejor de su vida. Cuando aquella psicóloga les habló, simplemente ignoraba lo que era capaz de darles aquel niño tan especial, tan lleno de ternura, tan lleno de vida.


Esta historia es real, los protagonistas son Mer y su hijo Alex. Él es mi niño especial, el que cuando hablo con él por teléfono me dice un efusivo ¡Hola Chary! que me llena el corazón. De él he copiado ese Hola con el que os respondo en cada comentario.
Texto: Mer y Chary

Seguir leyendo »

09 octubre 2011

Para ti quiero

El interior secreto: Para ti quiero

Poquito a poco voy reviviendo cada momento a tu lado.
Cada segundo es un tesoro que protejo para que no me sea robado.

Recreo tus manos ansiosas y caprichosas
empeñadas en alcanzar aquello que reclama tu atención.
Ahora nada es inalcanzable.
Tus ojos abiertos hasta lo imposible
para no perderse nada de lo que la vida te ofrece.
Tu sonrisa dibujada con mil colores que muestra
la felicidad de saberse querido.

Cierro los ojos para encontrar el olor
de tu piel recién bañada.
Suave y blanca, sin marcas aun,
protegida por los abrazos.

Duermes, sueñas, ríes,
vives, reclamas caricias,
no tienes más obligación
que seguir creciendo,
no tengo más obligación
que seguirte amando.

Me dejo llevar por el asombro
y la sorpresa que reflejan tu rostro.

Vivo en tus juegos,
bailo en tus sueños,
canto en tus risas.

Quiero tu mundo
pequeño y grande.

Quiero tu inocencia
libre y valiente.

Quiero tu corazón
aun puro sin odios
ni rencores

Quiero tu felicidad
y que nada te cambie

Quiero tu amor
limpio e infinito

Quiero estar ahí
y que tú lo sepas

Quiero estar ahí
para que nada te falte

Quiero ...
Quiero ...
Quiero ...

Para ti quiero.


Seguir leyendo »

07 octubre 2011

Escribiendo sobre la #FE

Escribiendo sobre la #FE


Carezco de FE en las instituciones, principalmente en las religiosas.

No tengo FE en la religión.

Por favor que nadie se sienta ofendido, respeto profundamente las creencias de cada cual, hablo de mí y espero que me entendáis.

Nací en la década de los 60. En aquella España de la dictadura la religión era "sagrada", o eras católico, apostólico y romano o eras "rojo", con las terribles consecuencias que ello conllevaba. Así de fácil, se determinaba la ideología política sólo con saber si ibas a misa de domingo o no, y he visto a más de un/a que a la salida de la iglesia sólo les falta patear a quienes piden limosna en la puerta.

En mi casa simplemente no se hablaba ni de religión ni de política, nunca me impusieron ninguna creencia, me dejaron decidir y eso era muy raro en aquella época.

Ahora entramos en mi etapa escolar.
Mis padres dieron con la única congregación que no imponía la religión por encima de todo. Fueron de las primeras en prescindir de los hábitos, tenían licenciaturas universitarias y doctorados, jamás nos obligaron a rezar el rosario ni ir a misa, resumiendo, nada que ver con lo habitual de aquella época.
De entre todas las profesoras que tuve a lo largo de mi educación, seglares y religiosas, las mejores fueron sin duda las monjas.
Cuando llegué a octavo más o menos, íbamos a misa porque nos dejaban llevar las guitarras y cantar canciones que en otros sitios estaban prohibidas.
A partir de BUP las clases de religión desaparecieron para dar paso a debates sobre temas que a nuestra edad eran vitales.
Me enseñaron a pensar y a defender mis posturas y sólo por esto se ganaron mi más profundo respeto.

Gracias a la educación que recibí respeto las creencias de cada uno, políticas y religiosas, siempre y cuando no sean extremistas ¿Cuantas guerras se han iniciado en nombre del Dios de turno?

Pero si tengo FE, tan grande que la puedo compartir.

Mi FE es el respeto por la ideas y no la imposición de ellas, saber escuchar y debatir, no discutir por las diferencias de opinión.

Tengo FE en las personas, en los errores involuntarios y reconocidos, en las imperfecciones que cada uno poseemos, en la amistad, en las relaciones padres e hijos, en el perdón ante las equivocaciones, en la solidaridad real concienciada e involucrada.

Durante un tiempo tuve FE en la política y los políticos, ahora la he perdido. El poder y el ansia por él corrompe. Se miente en los programas electorales, en el congreso y entre las cabezas visibles de un mismo partido.

Tengo FE en la justicia a pesar de ser lenta, de cometer errores (son humanos) pero es la justicia y si no creyera en ella, poco me quedaría en lo que creer.

Tengo FE en las ONG's, aquellas que demuestran su fiabilidad a través de adutorias internas y externas que sus proyectos son correctos y viables con nuestra colaboración y la implicación de las personas adecuadas para tales proyectos.

Tengo FE en el amor incondicional, en los compromisos adquiridos, en la mirada e ingenuidad de los niños, en la educación familiar, en la maternidad y paternidad consciente y dedicada a los hijos, en los ciclos de la naturaleza y humanos. En ti, él, vosotros, nosotros, ellos y en mi.

Tengo FE en la Vida.


Seguir leyendo »