Cuando publiqué ayer el post, no sé porque, pensé que la mayoría conocíais el tema del que hablaba, pero me di cuenta enseguida de que no era así.
Mi pasado es uno de los principales motivos de que abriera este blog, escribir sobre ello. Y siempre he reconocido el bien que me ha hecho.
Nunca he querido dar pena, nada más lejos de mi intención, hay muchas personas que pasan por situaciones más amargas, no es que utilice eso como consuelo, pero en su momento me sirvió para no regodearme en el dolor.
Ese puede ser un ejemplo de porqué la compasión y yo somos enemigas desde hace mucho tiempo, nunca me ha ayudado sino que me ha perjudicado y mucho.
Otro ejemplo: A raíz de la muerte de mi padre siendo tan niña recibí más compasión que consuelo.
Otro ejemplo más: En el colegio, donde mis queridas religiosas quitaban los juguetes que había en la clase a mis compañeros para que mi hermano y yo jugáramos con ellos. Sé que había la mejor de las intenciones pero lo único que consiguieron es que aquel comportamiento me lo echaran en cara mis compañeras incluso siendo mayores, y es lógico, la infancia marca mucho y el que a un/a niñ@ le quiten un juguete sin motivo cuando se lo está pasando genial resulta incompresible.
Y hay muchísimos más, tantos que no terminaría de escribir en días.
El 29/07/09 publiqué una entrada que titulé Declaración en un intento de explicar aquellas frases, situaciones o sentimientos que ni entiendo ni me agradan.
He copiado un extracto para compartirlo de nuevo ¿Veis? Esto si me gusta, compartir con vosotros.
Mi pasado es uno de los principales motivos de que abriera este blog, escribir sobre ello. Y siempre he reconocido el bien que me ha hecho.
Nunca he querido dar pena, nada más lejos de mi intención, hay muchas personas que pasan por situaciones más amargas, no es que utilice eso como consuelo, pero en su momento me sirvió para no regodearme en el dolor.
Ese puede ser un ejemplo de porqué la compasión y yo somos enemigas desde hace mucho tiempo, nunca me ha ayudado sino que me ha perjudicado y mucho.
Otro ejemplo: A raíz de la muerte de mi padre siendo tan niña recibí más compasión que consuelo.
Otro ejemplo más: En el colegio, donde mis queridas religiosas quitaban los juguetes que había en la clase a mis compañeros para que mi hermano y yo jugáramos con ellos. Sé que había la mejor de las intenciones pero lo único que consiguieron es que aquel comportamiento me lo echaran en cara mis compañeras incluso siendo mayores, y es lógico, la infancia marca mucho y el que a un/a niñ@ le quiten un juguete sin motivo cuando se lo está pasando genial resulta incompresible.
Y hay muchísimos más, tantos que no terminaría de escribir en días.
El 29/07/09 publiqué una entrada que titulé Declaración en un intento de explicar aquellas frases, situaciones o sentimientos que ni entiendo ni me agradan.
He copiado un extracto para compartirlo de nuevo ¿Veis? Esto si me gusta, compartir con vosotros.
A lo largo de mi vida he escuchado, como la gran mayoría, las típicas frases a las que, bien por educación o por no generar un debate innecesario, simplemente no contestamos.
Pues hoy tengo la necesidad de contestar a alguna de ellas como si fuera una declaración de principios.
- Anda que vaya suerte que tienes con tu marido, ¡como te ayuda en casa!¿Perdón? Si tengo mucha suerte de que seamos compañeros, pero de que me ayuda ¡Nada! Colabora de la misma manera que lo hago yo.
Salimos y entramos en casa a la misma hora, entre los dos pagamos la hipoteca y los gastos, todo sale del mismo bolsillo: el de los dos. Y si la casa es de los dos, ambos tenemos los mismos derechos y obligaciones, nadie ayuda a nadie en las engorrosas tareas de la casa.
- Pobrecita, es que no tiene padre.A esta frase si que contestaba desde bien pequeña.
¡Si tengo padre! Además reconocido, y llevo sus apellidos, lo que pasa es que murió antes de tiempo.
- ¡Que lastima! ¿Estás bien? o ¿Has visto?No llevo nada bien la compasión, nunca la entendí. Si hay algo o alguien que realmente te da pena, intenta ayudar. Frases como esta no dan de comer, ni salvan vidas ni ayudan.
Es como esos católicos confesos de misa dominical que después de comulgar sólo les falta patear a los que piden limosna en la puerta de la iglesia.
- Fulanita es esto o tiene lo otro.No soporto que se etiquete a las personas, es la manera más fácil de no profundizar ni querer conocer a quien se etiqueta.
Si, por ejemplo, te catalogan como "mala leche" hagas lo que hagas dará como resultado: ¡Hija como te pones! Aunque no te hayas puesto de ninguna manera, pero los demás habrán evitado intentar averiguar como eres en realidad.
- Le han dado el puesto porque es el ojito derecho de ...Más de lo mismo. ¿No podemos pensar que le han dado el puesto porque realmente se lo merece? Pues si encima es mujer ni os cuento, pasa de ser el ojito derecho a estar relacionada íntimamente con el responsable del ascenso.