Pues si
¡la he liado pero bien! ¿Os extraña? Ya sabia yo que no.
En fin, este es el resumen de los hechos acaecidos en estos tres últimos días.
Por mi cumple me regalaron una tablet y un smartphone
. Ya
"tecnologizada" me puse a investigar a ratitos y a mi manera.
Traducción: Como soy tan listísima todo tenía que ser compatible para que desde cualquiera de los artilugios pudiera hacer lo que yo quisiera, peeero ¡Es imposible! y ¿Qué ocurrió? lo que era previsible ¡Todo hizo plof!
La tablet está aparcada de momento y el smartphone solucionado, pero ese era el menor de mis problemas, quedaba el premio gordo
¡El portátil! Tengo ordenador pero aun está a medias porque es nuevo, así es que sigo con el portátil.
¿Qué le pasó? Muy sencillo, mis neuronas se desconectaron y no estaban cuando las necesité. Lo de siempre vamos.
Pero como manejo Mac al dedillo (exageración muy exagerada) en minutos ya funcionaba perfectamente, pero cuando entré en internet
¡El blog había desaparecido!
Cara blanca, boca desencajada y ojos desorbitados, menos mal que encontré el interruptor y
¡Bombilla encendida! No pasa nada, para eso hago copias de seguridad del blog y de la plantilla todas las semanas. Menos mal, a por ellas.
¡Ja! La plantilla se había descargado llena de errores y no valía pa'na.
Invocando a los dioses de la tecnología abrí la copia del blog ¡Siii, allí estaba! y parecía que todo estaba bien, y digo parecía porque al faltar la plantilla estaba totalmente desconfigurado y salía cada cosa por su lado sin orden ni concierto, el trabajo de mi querido profe
Fabriciano ¡Se fue al carajo!
¡Hala! a colocarlo todo de nuevo.
Más o menos he conseguido solucionar algo, pero queda muchísimo.
Los blogs de
Oloblogger y
Vagabundia me los sé de memoria de tanto como los he repasado, siempre han sido mis salvavidas blogueril, pero tengo que recurrir a ellos (siempre y cuando puedan) si o si para que repasen errores y me den soluciones si las hay. Sé que pensaran ¡Aquí está otra vez la pesada! pues esta pesada les necesita urgentemente.
Pero el domingo apareció mi niño y me olvidé de todo hasta que se fue. Que manera tiene de ponerme las pilas, veo esa sonrisa pícara y ya está.
Babero abueril: Es que es tan guapo y está tan grande y habla tanto y se ríe como un loco de tantas cosquillas que tiene y es tan bueno y tan travieso y ...
¡Ainssssss! Sigamos con la historia.
Y este ha sido, tristemente, el motivo de mi ausencia en vuestros blogs. A partir de hoy vuelvo a la normalidad (la mía ya sabéis) ... o eso espero.