A lo largo de mi vida he escuchado, como la gran mayoría, las típicas frases a las que, bien por educación o por no generar un debate innecesario, simplemente no contesto.
Pues hoy tengo la necesidad de contestar alguna de ellas como si fuera una declaración de principios.
- Anda, que vaya suerte tienes con tu marido, ¡Como te ayuda en casa!
¿Perdón? Si tengo mucha suerte, pero no porque ¿Me ayude?
Colabora de la misma manera que lo hago yo. Salimos y entramos en casa a la misma hora, entre los dos pagamos la hipoteca y los gastos, todo sale del mismo bolsillo: el de los dos.
Y si la casa es de los dos, ambos tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones, nadie ayuda a nadie en las engorrosas tares de la casa.
- Pobrecita, es que no tiene padre.
A esta frase si que contestaba desde bien pequeña.
- ¡Si tengo padre! Además reconocido, y llevo sus apellidos, lo que pasa es que murió antes de tiempo.
¡Todos tenemos padre! Mejor o peor, conocido o desconocido, responsable o irresponsable, ...
La frasecita en cuestión tiene otras maneras de pronunciarse, con más coherencia y sin molestar.
- ¡Que lastima! ¿Estás bien? o ¿Has visto?
No llevo nada bien la compasión, nunca la entendí. Si hay algo o alguien que realmente te da pena intenta ayudar, frases como esta no dan de comer, ni salvan vidas ni ayudan.
Es como esos católicos confesos de misa dominical que después de comulgar, a la salida, sólo les falta patear a los que piden limosna.
- Fulanita es esto o tiene lo otro.
No soporto que se etiquete a las personas, es la manera más fácil de no profundizar y no querer conocer al afectado/a. Si, por ejemplo, te catalogan como "mala leche" hagas lo que hagas dará como resultado - ¡Hija, como te pones!, aunque no te hayas puesto de ninguna manera, pero llevas colgando una etiqueta y los demás se agarran a ella. Han evitado intentar averiguar como eres en realidad.
- Le han dado el puesto porque es el ojito derecho de ...
Más de lo mismo. ¿No podemos pensar que le han dado el puesto porque realmente se lo merece?
Pues si encima es mujer, supongo que ya os lo imagináis, pasa de ser el ojito derecho a tener una aventura, íntima se entiende, con el responsable del ascenso.
¡Ah! pero ¿Y cuando descubren que los rumores y cotilleos se refieren a ellos? Entonces ponen el grito en el cielo y tachan de mentiras lo que se habla de el/ella.
¿Y lo que has contado sobre los demás? Ah, eso, ¡Y yo que sé!
Sé que la rumorología y el cotilleo forman parte de nuestra "cultura", pero son costumbres maliciosas y dañinas.
Creo que somos muchos los que no nos hemos librado de sus "efectos" en algún momento.
¿Podríamos acabar con estas lacras? Mucho me temo que no.
Seguirá existiendo gente cuya vida es excesivamente aburrida (perdonadme, pero no lo entiendo), desconocen otra forma de relacionarse, es lo que aprendieron o un defecto genético.
Da lo mismo, el caso es que su único "divertimento" es ese.
¿Y si hablamos del deporte nacional? La envidia.
¡Uf! Mejor lo dejamos para otro post.
Pues hoy tengo la necesidad de contestar alguna de ellas como si fuera una declaración de principios.
- Anda, que vaya suerte tienes con tu marido, ¡Como te ayuda en casa!
¿Perdón? Si tengo mucha suerte, pero no porque ¿Me ayude?
Colabora de la misma manera que lo hago yo. Salimos y entramos en casa a la misma hora, entre los dos pagamos la hipoteca y los gastos, todo sale del mismo bolsillo: el de los dos.
Y si la casa es de los dos, ambos tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones, nadie ayuda a nadie en las engorrosas tares de la casa.
- Pobrecita, es que no tiene padre.
A esta frase si que contestaba desde bien pequeña.
- ¡Si tengo padre! Además reconocido, y llevo sus apellidos, lo que pasa es que murió antes de tiempo.
¡Todos tenemos padre! Mejor o peor, conocido o desconocido, responsable o irresponsable, ...
La frasecita en cuestión tiene otras maneras de pronunciarse, con más coherencia y sin molestar.
- ¡Que lastima! ¿Estás bien? o ¿Has visto?
No llevo nada bien la compasión, nunca la entendí. Si hay algo o alguien que realmente te da pena intenta ayudar, frases como esta no dan de comer, ni salvan vidas ni ayudan.
Es como esos católicos confesos de misa dominical que después de comulgar, a la salida, sólo les falta patear a los que piden limosna.
- Fulanita es esto o tiene lo otro.
No soporto que se etiquete a las personas, es la manera más fácil de no profundizar y no querer conocer al afectado/a. Si, por ejemplo, te catalogan como "mala leche" hagas lo que hagas dará como resultado - ¡Hija, como te pones!, aunque no te hayas puesto de ninguna manera, pero llevas colgando una etiqueta y los demás se agarran a ella. Han evitado intentar averiguar como eres en realidad.
- Le han dado el puesto porque es el ojito derecho de ...
Más de lo mismo. ¿No podemos pensar que le han dado el puesto porque realmente se lo merece?
Pues si encima es mujer, supongo que ya os lo imagináis, pasa de ser el ojito derecho a tener una aventura, íntima se entiende, con el responsable del ascenso.
¡Ah! pero ¿Y cuando descubren que los rumores y cotilleos se refieren a ellos? Entonces ponen el grito en el cielo y tachan de mentiras lo que se habla de el/ella.
¿Y lo que has contado sobre los demás? Ah, eso, ¡Y yo que sé!
Sé que la rumorología y el cotilleo forman parte de nuestra "cultura", pero son costumbres maliciosas y dañinas.
Creo que somos muchos los que no nos hemos librado de sus "efectos" en algún momento.
¿Podríamos acabar con estas lacras? Mucho me temo que no.
Seguirá existiendo gente cuya vida es excesivamente aburrida (perdonadme, pero no lo entiendo), desconocen otra forma de relacionarse, es lo que aprendieron o un defecto genético.
Da lo mismo, el caso es que su único "divertimento" es ese.
¿Y si hablamos del deporte nacional? La envidia.
¡Uf! Mejor lo dejamos para otro post.