Al cabo de un tiempo pedí el alta y volví al trabajo. Pensé que lo había superado y dejé la medicación, me decía a mi misma que ya había terminado, que volvía a ser yo.
Me equivoqué. No era yo, la sonrisa era fingida, toda yo era una mascara.
Y todo a empezó de nuevo, si hablaba malo, si callaba malo, si reía malo, si lloraba malo, todo lo que hacía decía o pensaba estaba mal, iba a trabajar aterrorizada.
Pero me gusta tanto mi trabajo que aguanté todo lo que pude.
Pero llegó la recaída y esta vez fue peor. De repente pregunté a mi pareja:
- ¿Soy buena persona?
Y él me miró sin creer lo que había oído.
En ese momento me di cuenta que estaba cada vez más cerca del suelo, había saltado y no tenia paracaídas, irremediablemente el golpe era seguro.
Y su amor no es suficiente, ni el de mi hija, ni el de mi madre, ni el cariño de mis amigos. Si yo no me quiero, si no creo en mí ¿Por qué me van a querer los demás?
Me acurruqué sobre mi misma, me escondí.
Me duele no ser buena hija, buena madre, buena pareja, buena amiga.
Me duele el alma, el corazón, y no sé como se cura.
Me equivoqué. No era yo, la sonrisa era fingida, toda yo era una mascara.
Y todo a empezó de nuevo, si hablaba malo, si callaba malo, si reía malo, si lloraba malo, todo lo que hacía decía o pensaba estaba mal, iba a trabajar aterrorizada.
Pero me gusta tanto mi trabajo que aguanté todo lo que pude.
Pero llegó la recaída y esta vez fue peor. De repente pregunté a mi pareja:
- ¿Soy buena persona?
Y él me miró sin creer lo que había oído.
En ese momento me di cuenta que estaba cada vez más cerca del suelo, había saltado y no tenia paracaídas, irremediablemente el golpe era seguro.
Y su amor no es suficiente, ni el de mi hija, ni el de mi madre, ni el cariño de mis amigos. Si yo no me quiero, si no creo en mí ¿Por qué me van a querer los demás?
Me acurruqué sobre mi misma, me escondí.
Me duele no ser buena hija, buena madre, buena pareja, buena amiga.
Me duele el alma, el corazón, y no sé como se cura.
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