Vivo en permanente conflicto, mi cabeza y mi corazón se declararon la guerra y no entienden de treguas.
Una me impone sensatez mientras el otro quiere arriesgar.
La cabeza exige responsabilidad y el corazón se niega a perder la inocencia.
Él se deja llevar por los impulsos y ella lo frena con rectitud.
Ella es prudente y él tiene sentimientos.
Una se empeña en recordar lo que mi corazón no quiere ver y mientras éste se esfuerza en olvidar ella marca el pasado.
Mi corazón quiere gritar y la cabeza pone mesura.
Él me incita a correr y ella me agarra.
No soy capaz de conseguir un acuerdo y si intento engañarles me recuerdan que son ellos quienes dirigen esta contienda.
Quiero que gane mi corazón y dejarme llevar por sus instintos pero no sé ponerle puertas a mi cabeza.
Prefiero la alegría de él a la realidad de ella.
Busco el equilibrio pero me caigo antes de empezar.
Sólo puedo ir reparando los destrozos y esperar la paz.
... vaya!! hoy nos hemos puesto deacuerdo en hablar de corazones un poco "jodíos".
ResponderEliminarY estoy deacuerdo contigo en la dualidad... entre los sentimientos y la razón, el si y el no, lo blanco y negro. Aunque yo siempre pienso que es mejor arrepentirse de lo que se hace y no de lo que se deja por hacer. Que es mejor dejarse sorprender por lo que haces sin meditarlo mucho.
Hola Anita! hasta el imagen elegida es un corazón! esto va a ser telepatía.
ResponderEliminarYo también prefiero no pensar en lo que podría haber sido o podría haber ocurrido.
Un abrazo enorme
uno de los post más lindos
ResponderEliminarme toca de cerca, me lee el corazón, me pone en espera la cabeza
beso
Hola Vir! es difícil encontrar el equilibrio.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
LaMar, hoy has bordado la entrada con esta genial reflexión: una pugna psicológica en toda regla, que todos solemos sufrir.
ResponderEliminarCasi siempre termina victoriosa la razón: suele ser la que marca siempre el camino más recto. El corazón anda atajando mucho más.
Besos.
La eterna batalla del alma.. del ser.
ResponderEliminarUn placer leerte.. Hermoso escrito.
Un abrazo
Saludos fraternos
Hola Adolfo! y en esta batalla luchamos de por vida.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Hola Onminayas! así es, ¿pero no es más bonito cuando nos dejamos llevar por el corazón?
Un abrazo enorme
Por supuesto, LaMar, por supuesto. Puestos a escoger siempre me quedaré con el corazón.
ResponderEliminarMuchos besos.
Hola anonimo! gracias
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente. Creo que hasta los treinta mi corazón mandaba pero actualmente se ha convertido, claramente en el becario.
ResponderEliminarUna lástima... espero que consigas igualdad salarial para los dos.
Un abrazo
quiereteMUCHO
Anónimo no hay manera, ninguno cede.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Amiga querida siempre tendrás que tomar una decisión , o optas por el corazón o por la razón, no es posible acuerdo alguno entre la razón y el corazón: "el corazón siente cosas que la razón sencillamente no entiende", recuerda que se ama con el corazón no con la razón, así que debes decidir y no pelear ni tratar de hacer acuerdos, es verdad a veces cuando se decide con el corazón sufrimos pero antes de eso hemos sentido una dicha insospechada , cuando optamos por la razón, optamos por la protección, por la ausencia de sufrimiento pero nos perdemos la sensanción de vivir intensamente
ResponderEliminarUn beso enorme querida amiga
Hola bichita! es la eterna lucha, la decisión más dificil.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
La culpa la tiene la educación, nos grabaron a fuego la responsabilidad y nos cortaron los sueños, en las pocas ocasiones que me dejé llevar por el corazón fui muchísimo más feliz
ResponderEliminarHola Juntas .....! no sé si es la educación algo innato en nosotros, pero esta lucha la mantenemos de por vida.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Siempre habrá un momento que se reconcilien...
ResponderEliminarUn beso
Hola Azul! ¿tu crees? ojalá.
ResponderEliminarUn abrazo enorme