Es una tarde de cielo azul despejado y luminoso.
Calor, mucho calor, el habitual en verano.
Cierras los ojos y te sumerges en el agua refrescante que imaginas pero los abres de nuevo para unirte a la informal y relajada reunión.
Risas, conversación animada y buena compañía hacen que te sientas realmente cómodo.
Descubres que, de reojo unos y descaradamente otros, admiran la suave y delicada piel apenas cubierta por un ligero vestido de quien se sienta a tu lado.
Y sonríes, sólo tú tienes el privilegio de poder acariciarla.
Calor, mucho calor, el habitual en verano.
Cierras los ojos y te sumerges en el agua refrescante que imaginas pero los abres de nuevo para unirte a la informal y relajada reunión.
Risas, conversación animada y buena compañía hacen que te sientas realmente cómodo.
Descubres que, de reojo unos y descaradamente otros, admiran la suave y delicada piel apenas cubierta por un ligero vestido de quien se sienta a tu lado.
Y sonríes, sólo tú tienes el privilegio de poder acariciarla.
Buen microrrelato!! Feliz verano!! Abrazos
ResponderEliminarEs el verano. Temporada de ricos y refrescantes baños en la playa. De helados de fresa. De fría sangría. De tertulias nocturnas al aire libre. De aligerarnos de ropa, sobre todo ellas, vosotras y con ello nerviosos ojos intentando ver lo que vuestras transparentes ropas insinúan. Es el calor del verano, no hay duda!
ResponderEliminarBesos veraniegos, Chary!
Un lindo microrrelato,se te extraña amiga,besotes miles TQM
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