22 octubre 2009

Necesito de ti (Rafael de León)

Necesito de ti



Necesito de ti, de tu presencia, 
de tu alegre locura enamorada.
No soporto que agobie mi morada
la penumbra sin labios de tu ausencia.

Necesito de ti, de tu clemencia,
de la furia de luz de tu mirada;
esa roja y tremenda llamarada
que me impones, amor, de penitencia.

Necesito tus riendas de cordura
y aunque a veces tu orgullo me tortura
de mi puesto de amante no dimito.

Necesito la miel de tu ternura,
el metal de tu voz, tu calentura.

Necesito de ti, te necesito.

Rafael de León (Sevilla, 1908 - Madrid, 1982)


Seguir leyendo »

Como era

Como era ...
Tenia 18 años cuando empecé a trabajar.

Acababa de salir del colegio y seguía siendo una niña, ni conocía ni sabia lo que era la picardía ni como debía comportarme en una entrevista de trabajo, era sincera y totalmente transparente, no ocultaba nada porque no sabia que hubiera que hacerlo y mis contestaciones y reacciones eran totalmente espontáneas.
El que fue mi jefe de RR. HH. siempre que hablamos de aquella entrevista decía que ha sido la más surrealista de su vida y quizás por eso siempre estuvo a mi lado y se estableció entre nosotros una relación muy especial.

Me incorporé a la empresa llena de ilusión y optimismo e iba por los departamentos con la sonrisa puesta, saludando a todo el mundo y no tardé en hacer amigos.

Uno de ellos, Vizcaíno, era jefe y llevaba muchos años en la empresa.
A pesar de tener más o menos 50 años, su cara reflejaba algunos más.
Era serio con sus subordinados y había quien le tachaba de antipático, pero con el tiempo se daban cuenta que era pura fachada ¡le encantaba hacer rabiar!  Para mi era y es entrañable.
Cada vez que pasaba a su lado me enganchaba a él y llenaba de besos su carita arrugada, él se reía y comenzaba nuestra diaria conversación.
Le contaba todo, del trabajo y de fuera, conocía a mi entonces novio, hoy marido, como si fuera yo misma sin conocerlo personalmente.
Me encantaban aquellas charlas.

Un día el jefe de RR. HH. paso por el departamento de Vizcaíno y allí estaba yo, me llamó con esa cara que quiere ser seria y yo corrí literalmente, hacia él:
- Hola pequeña, quería haberte llamado pero ando muy liado y no puedo perder el tiempo (cara seria pero de contigo hay confianza y puedo prescindir de formalismos) así es que ya que nos hemos encontrado te informo que la nomina de este mes te va ha llegar con una pequeña subida de sueldo.
- ¡¡¡AHHH!!! (grito de felicidad) ¡Gracias jefe!

A esto le sucedió un abrazo en toda regla y un beso de los míos, de los verdad, de los que suenan (siempre me han dicho que mis besos son especiales porque son sinceros, porque suenan a beso y porque los doy de verdad, poniendo los labios en la cara), el consiguiente asombro de los presentes y la sonrisa del afectado por mi entusiasmo.
Estas demostraciones de cariño eran muy mías y las regalaba sin importarme nada más.

Días más tarde mi marido se acercó para que comiéramos juntos y cuando íbamos andando por la calle nos cruzamos con Vizcaíno y yo reaccioné como siempre, me tiré a él le di el beso correspondiente y le presente a mi marido:
- Mira cariño este es el famoso Vizcaíno del que tanto te hablo.
Mi marido encantado de conocerle y sonriendo abiertamente, a Vizcaíno le noté algo raro pero no le di importancia.
Cuando me le encontré más tarde:
- Pequeña eres una cabrona ¿como me haces eso delante de Javier?
- ¿Hacer el qué?
- Plantarme un beso y abrazarme.
- Pero si lo hago siempre ...
- Ya lo sé ¿pero qué va a pensar ?
- Nada ¿qué quieres que piense?
- No sé, ¿no le molesta?
- ¡No! ¿por qué le va a molestar? él me conoce y sabe como soy. Lo malo seria que delante de él me portara de manera diferente ¿no?
- ¿Sabes qué? que tienes toda la razón, perdóname. Te conozco lo suficiente para saber que eres todo cariño y espontaneidad, así que olvídate de esta tontería ¡y ni se te ocurra cambiar!

Años más tarde me incorporé al departamento de mis sueños y seguía siendo la misma, me había casado y había nacido mi hija pero yo seguía siendo igual de risueña.
Poco a poco fui cambiando, me fui escondiendo en mi misma, los juicios y censuras me hicieron caer y quise convertirme en, lo que parece ser, se esperaba de mi. Se acabó la sinceridad, la sonrisa, los besos, los abrazos, la naturalidad, ... y desaparecí.
Mi vida entera ha cambiado pero tengo clara una cosa: quiero recuperar esa 'yo' autentica porque es sana y no hace daño a nadie.

A Vizcaíno.
Gracias por ser tan especial.


Seguir leyendo »

20 octubre 2009

Gris casi negro y Rob Thomas para contrarrestar

Gris casi negro y Rob Thomas para contrarrestar

Llueve, pero no es esa lluvia que renueva, que hace que huela a nuevo y a limpio. No es la lluvia que me gusta y con la que no me importa mojarme, es una lluvia oscura como el día, incomoda, molesta, que dificulta la vista y difumina las formas. Una lluvia que simula el llanto y magnifica la tristeza. Hoy el día es gris, sin gama ni matices, simplemente gris, enormemente gris, sin luces, con sombras alargadas como espectros.

Hoy la música viene en forma de video. La canción ya la conocéis por que utilice como banda sonora en un post reciente, pero hoy quiero escucharla y verla porque tiene alegría y esta llena de esperanza, cuando veáis el video entenderéis porque, sólo tenéis que fijáros en la expresión de la gente al inicio del video y como es al final. Él es Rob Thomas, grande entre los grandes y uno de mis artistas favoritos tanto en solitario como líder de la banda Matchbox Twenty. La canción se titula "Someday" y pertenece a su último disco en solitario  "Cradlesong"



Seguir leyendo »

19 octubre 2009

Sumo y resto

Sumo y resto

Y sigo sumando días y restando noches.
Siempre diferentes unos
y otras nunca iguales. 


Pasan y no se quedan.
No vuelven.
Dejan el recuerdo
volátil y etéreo
imposible de atrapar.

Como el humo,
dibujos de formas irreales
que solo existen en sueños
y vemos en los deseos.

El color como el animo o la voluntad,
fuerte, pastel, nítido, difuso,
ni bueno ni malo
ni mejor o peor.

Y sigo sumando días y restando noches
llevaderos o insufribles unos
eternas o insignificantes otras.

Seguir leyendo »

17 octubre 2009

Mi punto de gravedad

El interior secreto: Mi punto de gravedad

Ando quitando motivos y añadiendo causas.
Escuchando alabanzas y sintiendo amenazas.
Buscando mi reflejo perdido en esta batalla.
Me quedo desnuda y nada me tapa.

No quiero esconder mi piel ahora desconocida.
Quiero ver y reconocerla como mía,
cada poro, cada linea.
Sentir como se adapta a ésta mi nueva vida.

Quiero encontrar de nuevo mi punto de gravedad,
el que me ancla y me ayuda
a soportar la realidad.
Sin vértigo ni miedo
para estar y aguantar.

Ando estudiando esta nueva yo
sin querer saber si es mejor o peor,
sólo aceptando que ahora así soy yo.

Miro al cielo y lo reconozco.
Miro al suelo y recuerdo que siempre estuvo ahí.
Recuerdo el sabor de la derrota, amargo.
El de los recuerdos, agrio y dulce.
El de la victoria no sé aun a que sabe.

Ando quitando motivos y añadiendo causas
a ésta imagen desconocida que a gritos me reclama
¡Soy tú, mírame!
¡Soy yo!

Seguir leyendo »

16 octubre 2009

Y como éramos pocos

Y como éramos pocos ...

Hoy ha sido día de terapia, duro, como todos, agotador, como todos.

- Bueno cuéntame que como vas.
- Pues ...
- ¿Y como te sientes?
- Bueno yo ...
- ¿Has notado algún cambio?
- Mira ...
- ¿Sigues sin dormir bien?
- Cuando duermo suelo hacerlo bien, pero solo cuando duermo.
- Pues por lo que me cuentas y teniendo en cuenta tu edad, independientemente de tu depresión y la ansiedad, es que has empezado con la menopausia ...
- ¿Ehhh ...?

Pues nada, ¡que bien! Como no tengo bastante con las neuronas depres y rebeldes ahora se suman también a la fiesta las hormonas menopáusicas.

¡¡¡Atención, última llamada!!! ¿falta alguna cosita más?

Así es que tengo a las cuatro amigas (les he puesto nombre) Depre, Ansi, Inco y Meno organizando un botellón, con escándalo monumental y música pachanguera a todo trapo.
No sé lo que tardaré en llamar a la poli para aguarles la fiesta, pero no mucho que esto no hay quien lo aguante.

Y cuando me ataque el desanimo ya no puedo culpar a Depre porque pueden haber sido las otras o cuando me de por llorar o reír, Inco se libra de la bronca.

¡Que hasta hoy pensaba que el calor que yo sentía era producto de este estupendo Octubre! pero ahora resulta que pueden ser los sofocos menopáusicos.

Un follón vamos, que me río por no llorar y necesitaba escribir esto como un chiste para quitarle hierro al tema.

¿Nos unimos al botellón para celebrarlo? ¡Total, ya que más da!

Seguir leyendo »