Ando algo bloqueada. No, no estoy mal, ni de bajón, ni con la neurona depre funcionando, simplemente bloqueada. Ganas de escribir no me faltan. Hay historias, anécdotas, sentimientos, sensaciones que, creo, merecen ser contadas, pero hay que darles forma, adecuarlas para ser leídas y es ahí donde aparece el problema. De repente el teclado se vuelve borroso y no encuentro las letras, me falla el tacto y la intuición.
Navego por la red para distraerme y no obsesionarme y me encuentro poemas maravillosos que van directos al corazón, historias escritas de forma tan fascinante que enganchan, anécdotas increíbles que me prestan un rato de risa sana y necesaria, noticias reales que hielan el alma y me hacen reflexionar sobre la humanidad del ser humano, otras esperadas y celebradas ... y testimonios aberrantes por ser reales.
Es en estos testimonios donde mi corazón de repente se encoge por que me identifico con la víctima, lo encontré en este articulo del blog No se lo digas a nadie.
Aunque sé que no soy la única que ha pasado por la misma situación, leer testimonios como este, en primera persona, siempre produce sentimientos encontrados, rabia, dolor, tristeza, desazón, ...
Pero ya no bajo la cabeza, ni me hago un ovillo sobre mi misma, ni me escondo de todos y de mi misma. Ahora miro de frente y tras el corto mal rato, me repongo y continuo, así es que tranquilos, mi animo esta bien.
He logrado hablar de ello y analizarlo hasta llegar a la conclusión de que no soy culpable de nada, ¿duele? por supuesto ¿marca? sin ninguna duda ¿influye en mi vida? claro que si.
Jamás tendría que haber ocurrido, pero no puedo dar marcha atrás así es que solo puedo, quiero y necesito, continuar hacia delante.
El tiempo ayudará a borrar cualquier estigma de aquel pasado y dejará los momentos felices propios de una infancia cualquiera.
Navego por la red para distraerme y no obsesionarme y me encuentro poemas maravillosos que van directos al corazón, historias escritas de forma tan fascinante que enganchan, anécdotas increíbles que me prestan un rato de risa sana y necesaria, noticias reales que hielan el alma y me hacen reflexionar sobre la humanidad del ser humano, otras esperadas y celebradas ... y testimonios aberrantes por ser reales.
Es en estos testimonios donde mi corazón de repente se encoge por que me identifico con la víctima, lo encontré en este articulo del blog No se lo digas a nadie.
Aunque sé que no soy la única que ha pasado por la misma situación, leer testimonios como este, en primera persona, siempre produce sentimientos encontrados, rabia, dolor, tristeza, desazón, ...
Pero ya no bajo la cabeza, ni me hago un ovillo sobre mi misma, ni me escondo de todos y de mi misma. Ahora miro de frente y tras el corto mal rato, me repongo y continuo, así es que tranquilos, mi animo esta bien.
He logrado hablar de ello y analizarlo hasta llegar a la conclusión de que no soy culpable de nada, ¿duele? por supuesto ¿marca? sin ninguna duda ¿influye en mi vida? claro que si.
Jamás tendría que haber ocurrido, pero no puedo dar marcha atrás así es que solo puedo, quiero y necesito, continuar hacia delante.
El tiempo ayudará a borrar cualquier estigma de aquel pasado y dejará los momentos felices propios de una infancia cualquiera.