Si hay alguien siempre dispuesta a ayudar, acompañar, decidir, aconsejar, escuchar, coger el toro por los cuernos, etc., esa es mi madre.
Para que os hagáis una idea un día vimos desde la terraza como salía humo de una ventana del bloque de enfrente, incluso vimos las llamas, y mi madre se dio cuenta de que el incendio era en casa de una de sus amigas. Ni corta ni perezosa salió corriendo de casa, bajo los cinco pisos corriendo y al llegar al portal del incendio los bomberos la pararon, pero ella se enfrentó a ellos ¡Porque quería subir a toda costa a casa de su amiga para comprobar que estaba bien! Mi hermano y yo detrás de ella sujetándola e intentando hacerla entender que era una inconsciente y que dejara a los bomberos hacer su trabajo.
Fue solo un susto y no le paso nada a nadie. Cuando mi madre se tranquilizo y se dio cuenta de lo que había estado a punto de hacer ¡Le entró la risa! Ella es así, y nos dijo:
- Menos mal que me habéis parado ¿En que estaría pensando? Si no tengo ni idea de que hacer en estos casos ...
A su hermana mediana, mi madrina, sin embargo, todo le da "repelús" y "asco", más o menos.
Cuando operaron a su hija la mayor de apendicitis fue un poema, había que limpiarle la herida, curarla, ... y ella no era capaz ¡Pero ahí estaba mi madre! Mi pobre prima era una cría y aguantaba como una jabata.
Llegó el día en que le iban a quitar los puntos y, por supuesto, fue mi madre con ellos porque mis tíos no pensaban entrar.
Como la niña se había portado tan bien, quisieron darle un capricho y fueron a merendar a una hamburguesería, no recuerdo si un M o un B, pero eso es lo de menos.
El caso es que al llegar a la puerta del establecimiento mis tíos se quedaron de piedra y no se movieron de allí. Mi madre, corriendo más que andando porque siempre va como si llevara prisa aunque sea para dar un paseo, con la niña de la mano y su habitual despiste continuo hasta la caja para pedir.
Como la señorita no le hacía caso mi madre la encaró.
- ¿Piensa usted atendernos? Porque ya llevamos un rato esperando.
La señorita miraba a mi madre entre incrédula y aterrorizada y haciendo acopio de valor se dirigió a ella.
- Señora ¡es que nos están atracando!
Mi madre se volvió para buscar a su hermana y su cuñado, por supuesto no los vio (aclaración, es miope) Pero si vio a los atracadores y sólo se le ocurrió tirar de la niña hacia una columna y esconderse tras ella.
Cuando los atracadores huyeron se desató la histeria, mis tíos corrieron a por mi madre y su hija, mi madre ejerció de hermana mayor soltando por la boca todo lo que se le ocurría ...
¿Y mi prima? Para ella había sido una aventura que contar a sus hermanas y amigos.
Este ha sido un episodio más de los muchos que quedan por contar sobre mi madre ¡Responsabilidad y despiste a partes iguales!
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Esta entrada la vuelvo a publicar para que veáis hasta que punto mi madre es genial, responsable y despistada a partes iguales. Mi madre es muy especial y esto ha dado lugar a multitud de anécdotas como, por ejemplo, esta.
La tristeza y yo seguimos encadenados, por el momento, no vuelvo, lo siento. Necesito paz, tranquilidad y encontrarme a mi misma, además recuperar mis recuerdos agradables siguen siendo mi mejor terapia. La historia es totalmente real, como todas, todo lo que escribo en este mi querido blog es mi autentica vida, sin excesos ni ocultar nada, no tendría sentido porque ese es uno de los motivo por el que lo abrí, otro es compartir todo con vosotros. Os dije que el último post que "republique" sería el último, pero releyendo cada entrada, prefiero que el humor que reina en mi familia, me haga sonreír con cada anécdota. No se cuando podré volver pero cuando lo haga seré yo, la que conocéis tras dos años juntos, no dejo de trabajar en ello.