Nuestra vida es única, irrepetible y nadie la vivirá por nosotros.
Hagamos que sea la mejor porque no existen más posibilidades, no hay marcha atrás, no valen los "Quizás si ..." ni "Que hubiera pasado si ..." o los "Porque no ..." son arrepentimientos sin sentido ni evasivas.
El reloj vital avanza, nunca se detiene ni retrocede.
Imaginemos que nuestra vida es un trozo de barro o arcilla que debemos moldear hasta conseguir ese fragmento de vida que no tiene precio y es casi perfecto.
Que no nos importe mancharnos, son sólo deslices que, inevitablemente, cometeremos y de los que debemos aprender e intentar solucionar.
Lo haremos poco a poco, añadiendo y quitando, moldeando línea a línea, circulo a circulo, pieza a pieza, dando forma y siguendo paso a paso hasta convertir un simple trozo de barro o arcilla en la obra de arte que será nuestra vida.
Hagamos que sea la mejor porque no existen más posibilidades, no hay marcha atrás, no valen los "Quizás si ..." ni "Que hubiera pasado si ..." o los "Porque no ..." son arrepentimientos sin sentido ni evasivas.
El reloj vital avanza, nunca se detiene ni retrocede.
Imaginemos que nuestra vida es un trozo de barro o arcilla que debemos moldear hasta conseguir ese fragmento de vida que no tiene precio y es casi perfecto.
Que no nos importe mancharnos, son sólo deslices que, inevitablemente, cometeremos y de los que debemos aprender e intentar solucionar.
Lo haremos poco a poco, añadiendo y quitando, moldeando línea a línea, circulo a circulo, pieza a pieza, dando forma y siguendo paso a paso hasta convertir un simple trozo de barro o arcilla en la obra de arte que será nuestra vida.