Soy consumidora

Si, lo confieso, soy adicta al consumo. No puedo evitarlo, es algo que me atrae como un imán y no existe cura alguna.
Si, soy consumidora en grandes cantidades de ...

- Las risas de mi niño, su sonido feliz y las carcajadas que le producen las cosquillas.
- Los ojos brillantes y orgullosos de mi hija cuando le mira.
- Los grandes abrazos de ella y los tiernos abrazos de él.
- El inagotable parloteo de mi niño en su idioma infantil.
- La conversación sin fin de mi hija.
- El "Mami" con el que mi hija me llama y ese "Tata" con el que mi niño exige mi atención.
- Cada beso de ella y cada beso de él.
- La responsabilidad y madurez de mi hija como persona, madre y pareja.
- Los ojos pícaros llenos de curiosidad y travesuras de mi niño.
- La transparencia y multitud de colores en los bellísimos ojos de mi hija.
- Todos los momentos que disfrutamos juntos.

Si, soy adicta a ellos y jamás pediré su devolución. Son mi talla perfecta y encajan como un guante en mi vida.
Y cuando hay ofertas de "mil por uno" las consumo todas y espero a las siguientes que en un momento u otro siempre llegan.

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Sólo hizo falta una mirada

Del intrincado laberinto de las emociones y complicados sentimientos supimos salir airosos.
No hubo valentía o miedo, ni coraje o duda, ni osadía o recelo.
Sólo hizo falta una mirada y juntos descubrimos el camino.

Esa mirada en la que tanto decimos, la que carece de escudos porque nada hay que esconder.
En la que hallamos apuntes de caricias, besos dibujados y perfiles de abrazos.
La que descubre con ojos cerrados nuestros cuerpos, los reconoce y atrae.

Esa mirada llena de intenciones y pícaras sonrisas, labios traviesos y revoltosas manos.
En la que se percibe el sudor, se escucha cada gemido y se saborea la agitación.
La que se convierte en acelerados latidos y acompaña el ritmo enloquecedor.

Sólo hizo falta una mirada, sólo una. La única, la que te nombra, la que calladamente todo confiesa.

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El arte de diseñar naipes (Chema Barragán)

Muchos y muchas de los amig@s del blog conocéis a Chema.

Sus pasiones y obsesiones son las artes visuales.

En su blog publica diaria y pacientemente sus experimentos de diseño:

Nuevos materiales y nuevas herramientas tecnológicas, nuevas formas, un trabajo entre la excelencia y el glamour de hacerlo a pecho descubierto, razonando siempre con sus amigos y lectores en base a la creatividad y el arte en sí mismos.

Hoy os dejamos este pequeño avance sobre uno de los últimos trabajos que este genio de Gavá está realizando, experimentando en este caso con los naipes al modo de los que encontramos en un casino online.

Como podéis ver, se trata de un trabajo de altísima calidad artística, sensibilidad y belleza.

Si de entre los más populares juegos de cartas el blackjack figura en un lugar privilegiado, esta baraja de Chema serviría perfectamente para tal propósito.

Es elegante, sencilla, con un toque “Rayajos”, muy en la línea del trabajo del diseñador.

 

Todas las imágenes que aparecen en este post son propiedad de Chema Barragán Olmo y están protegidas por los derechos de autor.

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Es Ley de Vida

Nacemos, crecemos, nos enamoramos, nos desenamoramos, nos volvemos a enamorar, ... Hasta que un día te descubres haciendo planes de futuro con la persona elegida para compartirlo.
Decisiones, proyectos, sueños, todo coincide ¡Es el adecuado!

Llegado el momento iniciamos la convivencia. Es dura, nos han educado de manera desigual y tenemos diferentes costumbres, ahora hay que acomodarse al otro y no siempre es fácil. A veces cede uno, otras cede el mismo y algunas cede el otro.
Comienza el camino hacia la independencia.

Echas de menos cosas que ni siquiera imaginabas, ese zumo de naranja que tu madre te traía a la cama cuando estabas enferma y ahora tienes que preparar tú, la ignorancia sobre que compañía suministraba la luz o el gas y que ahora, además de saberlo, tenéis que pagar.
Y te das cuenta que la independencia no significa alejarte de los que te quieren, al revés, les echas de menos, les necesitas y no puedes ni quieres perder el contacto con ellos. Simplemente la familia ha crecido, ahora hay un miembro más.

Llegan los hijos y el corazón se llena de un amor indescriptible que no imaginabas pudiera existir, pero también se adquiere una nueva responsabilidad, educar, y no hay ningún manual que nos enseñe a no equivocarnos, ningún libro que nos diga como ser padres.
Aparecen los abuelos y aceptamos como un regalo su experiencia y ayuda.

Y la vida continua, los hijos crecen, se enamoran, se desenamoran, se vuelven a enamorar, ... Hasta que un día te revelan que han encontrado la pareja con la que quieren compartir su vida y les decimos cuanto nos alegra. Aparece el pánico ¿Será el adecuado? ¿Le hará feliz? Pero ya no tenemos "poder" en sus decisiones, si se equivoca estaremos a su lado, no podemos ni debemos evitar que haga lo que su corazón desea.

El día de su marcha es uno de los más duros de nuestra vida. De repente la casa está vacía pero llena de un silencio raro y de una tranquilidad que se parece demasiado a la intranquilidad.
Te vas acostumbrando poco a poco, pero ¡Le echas tanto de menos! Le ves satisfecho y eso te aporta alegría porqué es lo único que deseas, que sea feliz.

Llega el primer nieto y un amor inmenso llena nuestro corazón. Es la alegría de la vida, la esperanza de revivir, la necesidad de compartir, el amor protector, la dulzura hecha realidad.

En la Ley de la Vida ¿Donde dice como aprender a que no duela el corazón por echar tanto de menos, por querer tanto y no poder abrazar, acariciar y besar todos los días a la hija que llevé en mis entrañas y al niño que me devolvió la luz y la sonrisa?

Si, lo sé, suena terriblemente egoísta ¿Y qué? Soy madre y abuela. Puede parecer una justificación, pero ¿Como razonar un sentimiento?

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Hagamos un trato

¿Hacemos un trato?

Si tú vienes yo vengo. Si te quedas no me voy. Si me miras cederé a tus ojos. Si me pides aceptaré.
Por cada beso hallarás mil respuestas, por cada caricia la suavidad de la seda. Por cada palabra conjugaré mis verbos.

Si requieres mi cuerpo tómalo, si deseas más también. Si juegas me uniré, si buscas tendrás, si encuentras abriré. Si llegado el final sonríes reiré.

Si quieres más comienzos y finales tendrás inicio y continuación.

¿Firmamos el trato? 

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Inocencia tatuada

Llevo agarrada al pecho tu mirada,
al corazón tu sonrisa,
mi Vida a tu Alma.

Llevo sujetos tus sueños a mi realidad,
tu inocencia y mi verdad,
mi esperanza a tu Libertad.

Llevo un tatuaje a fuego
con tu nombre y no me quejo.
Parece hecho con un beso.

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