Coches pitando, conductores que se insultan.
Jugadores de fútbol que pegan al arbitro o lo hacen entre ellos ante unos aficionados ya crispados.
Codazos, patadas y pisotones para llegar o entrar el primero, o pedir un café, que se lo pongan antes que a nadie y poder mirar a los demás por encima del hombro.
Y más, y más, y más, ...
Jugadores de fútbol que pegan al arbitro o lo hacen entre ellos ante unos aficionados ya crispados.
Codazos, patadas y pisotones para llegar o entrar el primero, o pedir un café, que se lo pongan antes que a nadie y poder mirar a los demás por encima del hombro.
Y más, y más, y más, ...
No grites.
Ni escucho ni entiendo.
No insultes.
Ni escucho ni entiendo.
No des la espalda.
¿Quien eres?
No te escondas.
¿Quien eres?
No faltes al respeto.
Está intacto.
No faltes a la verdad.
Está intacta.
No seas vanidoso.
¿Qué tienes?
No seas envidioso.
¿Qué tienes?
Ni escucho ni entiendo.
No insultes.
Ni escucho ni entiendo.
No des la espalda.
¿Quien eres?
No te escondas.
¿Quien eres?
No faltes al respeto.
Está intacto.
No faltes a la verdad.
Está intacta.
No seas vanidoso.
¿Qué tienes?
No seas envidioso.
¿Qué tienes?
Es tan fácil y lo hacemos tan difícil.
No es cuestión de tener más ovarios o los testículos más grandes.
Sólo es humildad bien entendida, educación, mirar de frente y encontrarte con una persona como tú, tan simple como eso.
Si, es verdad, las personas somos la suma de nuestras imperfecciones, y esa es nuestra mayor virtud.
Pero hay defectos que hacen nuestro día a día un poco más complicado.
No es cuestión de tener más ovarios o los testículos más grandes.
Sólo es humildad bien entendida, educación, mirar de frente y encontrarte con una persona como tú, tan simple como eso.
Si, es verdad, las personas somos la suma de nuestras imperfecciones, y esa es nuestra mayor virtud.
Pero hay defectos que hacen nuestro día a día un poco más complicado.