Entre los muchos tipos de días que hay, están los que llamaría especiales, normales o raros, mis días Peter Pan y días Sirena.
En éstos últimos, recupero mi forma de Ninfa marina y me sumerjo en los azules, verdes y turquesas que nos regala la Mar.
Juego con los hermosos y coloridos peces cirujano, nado con las orcas, salto con las marsopas y trasteo con los tentáculos de los pulpos cuando puedo o me dejan.
Soy impredecible y como Sirena me divierto, mis travesuras se multiplican y se me ocurren mil y una diabluras.
Aprovecho la luz del Sol para encontrar algún banco de peces y, cuando no hay peligro, asustarles y salir corriendo antes de que me persigan con la intención de vengarse.
¿Sabéis que los cangrejos suenan como las castañuelas? Aunque tengo que esconderme para cogerles.
Si quisieran podíamos formar una orquesta.
Los delfines serían los coros, las ballenas harían los bajos, las anémonas son perfectas como instrumentos de cuerda, los peces pueden utilizar a las tortugas como percusión, y yo la cantante por supuesto, que soy una sirena.
Pero no están muy de acuerdo con la idea, hay algunos que muy amigos no son, la verdad.
Pues mientras lo piensan sigo jugando.
En el fondo de la Mar puedo ver el reflejo del Arco Iris y, aunque tampoco puedo llegar al final, el intento me sirve de excusa para descubrir la belleza de nuevos colores y paisajes marinos.
Al llegar la noche, mientras descanso en algún arrecife de coral, me gusta mirar la Luna. Con las mareas y la transparencia del agua puedo ver como adquiere diferentes formas. A veces parece que baila y otras se difumina sin perder su brillo.
No, no soy una insensata ni una inconsciente ¿O si?
¿Será qué estamos en Primavera?
¡Quien sabe! Yo sólo soy una pequeña Sirena.
Estáis invitados a mi Mundo marino ¿Quien se anima?
En éstos últimos, recupero mi forma de Ninfa marina y me sumerjo en los azules, verdes y turquesas que nos regala la Mar.
Juego con los hermosos y coloridos peces cirujano, nado con las orcas, salto con las marsopas y trasteo con los tentáculos de los pulpos cuando puedo o me dejan.
Soy impredecible y como Sirena me divierto, mis travesuras se multiplican y se me ocurren mil y una diabluras.
Aprovecho la luz del Sol para encontrar algún banco de peces y, cuando no hay peligro, asustarles y salir corriendo antes de que me persigan con la intención de vengarse.
¿Sabéis que los cangrejos suenan como las castañuelas? Aunque tengo que esconderme para cogerles.
Si quisieran podíamos formar una orquesta.
Los delfines serían los coros, las ballenas harían los bajos, las anémonas son perfectas como instrumentos de cuerda, los peces pueden utilizar a las tortugas como percusión, y yo la cantante por supuesto, que soy una sirena.
Pero no están muy de acuerdo con la idea, hay algunos que muy amigos no son, la verdad.
Pues mientras lo piensan sigo jugando.
En el fondo de la Mar puedo ver el reflejo del Arco Iris y, aunque tampoco puedo llegar al final, el intento me sirve de excusa para descubrir la belleza de nuevos colores y paisajes marinos.
Al llegar la noche, mientras descanso en algún arrecife de coral, me gusta mirar la Luna. Con las mareas y la transparencia del agua puedo ver como adquiere diferentes formas. A veces parece que baila y otras se difumina sin perder su brillo.
No, no soy una insensata ni una inconsciente ¿O si?
¿Será qué estamos en Primavera?
¡Quien sabe! Yo sólo soy una pequeña Sirena.
Estáis invitados a mi Mundo marino ¿Quien se anima?