12 agosto 2013

Quiero volar al País de Nunca Jamás

El Interior Secreto: Quiero volar al País de Nunca Jamás

Si, tengo días o momentos Peter Pan.
Es cuando necesito dejar de ser 'adulta' y busco esos recuerdos en los que todo era más fácil, sin responsabilidades, sin presiones, aquellos en los que lo más importante era jugar, descubrir, estar en la calle, compartir risas con los amigos y lo único que decidir era ¿A qué jugamos?

Todo te lo dan hecho cuando eres niño, te dicen cuando levantarte, que ponerte, que comer, cuando acostarte, ... ya piensan los adultos por ti.

Recuerdo como eran mis despertares en época de colegio, entraba mi madre en la habitación, subía la persiana de un tirón, abría la ventana de par en par y me quitaba la ropa de la cama de golpe, en pleno invierno me levantaba de un salto. La pobre siempre andaba corriendo, demasiadas cosas en la cabeza, pero entonces yo no lo entendía.
Al final de la tarde y en cuanto la Familia Telerin salía en la tele, mi hermano y yo nos convertíamos en Cleo y Teté y al son del 'Vamos a la cama' iniciábamos el camino hacia los sueños, sin protestas, con una sonrisa, aceptando con normalidad la rutina cotidiana.

Ahora me despierta el desagradable sonido del despertador y me voy a la cama cuando puedo o cuando ya no aguanto más pero eso no significa que vaya a dormir, puede ser que pase la noche en blanco y el maldito despertador me pille con los ojos aun abiertos.

De repente te haces adulto y aparece el trabajo, el sueldo a fin de mes, las facturas en el buzón, los horarios desordenados, llevar una casa, pensar y preparar los menús diarios, cuidar una relación, educar a los hijos, tomar decisiones, analizar situaciones, solucionar problemas, salvar las crisis ...

Es cierto que no estas solo, que tu pareja comparte los mismos quebraderos de cabeza y corazón  "adultos" pero a veces yo quiero descansar de ser adulta, aunque sólo sea un rato pequeño, sólo el tiempo suficiente para recargar mi energía y volver a la realidad.

Si, lo sé, ser adulto también tiene sus cosas buenas, maravillosas muchas de ellas, pero en mis días Peter Pan quiero volar al País de Nunca Jamás, encontrarme con Campanilla y los niños perdidos para urdir un nuevo plan con el que vencer al Capitán Garfio.

Si, son días Peter Pan, será el calor.


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09 agosto 2013

Los besos que nos besamos

El Interior Secreto: Los besos que nos besamos
Besos besos besos besos besos …

¿Qué tienen los besos?
Los deseamos, los buscamos,
los entregamos, los recogemos,
los robamos, los devolvemos,
nos excitan, nos tranquilizan.

¿Qué tienen los besos?
Son suaves, amables,
cálidos, apasionados,
desaparecen, vuelven,
se quedan, se olvidan.

¿Qué tienen los besos?
No importa si se dan bajo la lluvia,
las estrellas, o al centelleo de las velas
En la sombra o a la luz y calor del Sol,
o si es la Luna quien los ilumina.

Besos besos besos besos besos …

¿Qué tienen los besos?
Los besos que nos besamos.
Los besos que tanto queremos.
Los besos que deseamos dar.

Besos besos besos besos besos …
Y es sólo tú boca la que quiero besar. 

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06 agosto 2013

Sin arrepentimientos

Sin arrepentimientos

No me arrepiento.

Los sentimientos vienen y van de forma espontánea. Son desconcertantes, reconfortantes, turbadores, ciegos, serenos, impetuosos, temerarios, ¿Quien puede controlarlos? Tienen temperamento y un límite anónimo.

No me arrepiento de aceptar y querer cada sensación que me alcanza.
No lamento gritar palabras de súplica, desesperación, rabia y dolor que son atendidas o amortiguadas por la indiferencia.
Que expresen alegría y tristeza, agradecimiento y felicidad, satisfacción y respeto, hacerlas llorar o reír me fortalece, resucita el desvelado secreto, recompone lo conquistado.

No me arrepiento de sentir en pasado presente y futuro.
Conjugo el verbo querer sin remordimientos.
No lamento reconocer mis sentimientos y afrontarlos.

No, no me arrepiento.


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03 agosto 2013

Me apeteces

El Interior Secreto: Me apeteces

Mi piel te reclama,
mi boca te exige.

Me apeteces,
me urges,
te tengo ganas.

Necesidad de hoy
deseo de ahora.

De placer infinito
y latidos extremos.
De escalofríos dulces
y sudores salados.

Tus ojos en los míos
mientras vamos,
volvemos,
llegamos
y volvemos a partir.

Me apeteces,
me urges,
te tengo ganas.





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29 julio 2013

Me puede el tiempo

Me puede el tiempo

Me puede el tiempo, el silencio, el sentir, el querer, …
Me puede el tiempo, el que pierdo, el que no vuelve, el que llegará.

La palabra inadvertida, el sentimiento fiado, la insolente complacencia, ...
El agotado pasado, el efímero presente, el futuro impreciso.

Me puede el tiempo,
el vivido repleto y vacío, el que vivo completo y falto, el que viviré inexplorado y concedido.

Me puede el tiempo, ...


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24 julio 2013

Una más de las mías

Una más de las mías

No, que no he roto nada, no he liado ningún follón y no he causado ningún desastre si es eso lo que pensáis, no me extrañaría que lo hicierais sabiendo que soy una autentica calamidad, pero no, esta vez la historia-tontería afecta sólo a una persona, a mi.

Ya conocéis mi pasión por el agua, lo de que es mi medio natural por aquello que en otra vida fui sirena.

Mis días comienzan con una larga ducha, desayunos, paseo a mis perros y, ahora ¡Piscina! mañana y tarde. Después, según me pida el cuerpo, hay dos opciones muy relajantes: ducha larguísima o baño que puede ser de sales o espuma.
Lo de relajarme depende mucho de Patxi, mi viejito gruñón que ladra al menor ruido. En esos momentos más que relax mi mente pasa por: ¡Lo mato! ¡le arranco la lengua! mejor ¡las cuerdas vocales! no ¡le mato! ¡le arranco la lengua! ... 
Pero decidí cerrar las puertas del pasillo y la habitación y, de momento, parece que funciona.

El lunes elegí un baño de espuma, y mientras se llenaba la bañera preparé toda mi parafernalia, las velas, música marina, etc.
Que bien se estaba por dios, tanto ¡Que me quedé dormida!
Me despertó un ladrido de Patxi, menos mal. Las velas se habían consumido, no veía nada, y el agua estaba fría ¡Adiós relax!
Tanteando encontré el interruptor de la luz ... y volvió la realidad, recoger todo mientras renegaba del amor a mis bebés (perros), y es que, a pesar de la oscuridad y el agua fría, estaba dormida como un angelito.
Teniendo en cuenta que el tal Morfeo pasa de mi últimamente, algo que no es nuevo, el sueñecito, aunque fuera en remojo, estuvo La Mar (jejeje) de bien.

Pero esta no es la primera vez que me pasa, lo confieso, es la segunda.
La anterior ocurrió un día en el que tenía una importante reunión por la tarde, y como estaba de los nervios ¿Qué mejor que un relajante baño matutino? Pues fue relajante si, porque me quedé profundamente dormida, y al despertarme ¡Ni relax ni nada de nada! Un ataque de ansiedad en toda regla, ... más o menos. Menos mal que pude 'normalizarme' antes de la reunión.

Mis rituales baños no pienso dejarlos, eso está clarísimo, lo que estoy intentando decidir es ¿Y si los cambio de hora? Los preparo, me sumerjo en ellos por la noche y duermo de un tirón.
Así por lo menos la que pasa de Morfeo soy yo y encima me río de él ¿No?


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