05 julio 2014

Somos lo vivido y creado

Somos lo vivido y creado

Cuando nacemos llevamos una carga genética que determina en gran parte como seremos: el color de ojos, la forma de la nariz, los gestos, la estatura, la sonrisa e incluso la actitud.
Una gran parte permanecerá con nosotros y el resto se irá construyendo poco a poco.

La educación irá moldeando nuestras respuestas, los recuerdos recrearán o no nuestro corazón ...

Pero son las experiencias buenas o malas las que terminarán por decidir lo que somos.
Saber aceptarlas o enfrentarlas es la gran lección a aprender.

Seremos fuertes, sensibles, decididos, débiles o la sinfonía que armoniza los sentimientos, pero habremos creado ese 'yo' que somos hoy.

Con cada retal se puede ir cosiendo el diseño del traje que nos arropará.
Compondremos la imagen de lo que somos y si no nos gusta sólo hay que descoser y volver a diseñarla, pero los retales de nuestra vida serán siempre los mismos, sólo hay que colocarlos en el lugar adecuado para que no desentonen y dejen de influir en lo que queremos ser.

Somos lo que somos porque hemos vivido, eso no significa que no podamos cambiar aquello que no nos gusta, sólo hay que adaptarlo a nuestra medida.


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19 junio 2014

Quizás... mañana... puede...

El Interior Secreto: Quizás... mañana... puede...

No mires el tiempo.
No busques donde, no pienses cuando.
Ese quizás ..., ese puede ..., ese ¿quien sabe?..., ese mañana ..., arrebatan segundos vitales.

El tiempo pasa.
La calma y la premura le llaman bastardo e infame.
Y nosotros tan crédulos como necios ignoramos que el tiempo no se escapa, le perdemos.

Convertidas a cenizas inconsciencia y ceguera vivo mis segundos, mis horas, mis días, ...
Vivo el tiempo, mi tiempo.

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10 junio 2014

Un domingo de Grandes

El Interior Secreto: Un domingo de Grandes

La 73ª Feria del Libro de Madrid ha sido una vez más inolvidable.
Los organizadores no olvidaron el gran éxito que obtuvo la Feria del Libro 2013 gracias a la presencia del escritor Javier Sanz firmando ejemplares de sus betseller 'Nunca me aprendí la lista de los Reyes Godos' y 'De lo Humano y lo Divino', así que este año era imprescindible su comparecencia.
A pesar de sus innumerables compromisos el autor pudo asistir a esta Feria, sin duda una de las más importantes.

Si ¡Javier estuvo de nuevo en Madrid! y este año la firma de libros no eran dos ¡sus best sellers ya son cuatro! 'Nunca me aprendí la lista de los Reyes Godos', 'De lo Humano y lo Divino', 'Caballos de Troya de la Historia' y su más reciente publicación '¡Fuego a discreción!
Este último escrito por Javier y Guillermo Clemares e ilustrado por mi querido Xurxo.

A Guillermo, cien por cien recomendable, podéis encontrarle en La Aldea Irreductible y Naukas.
¡También le conocí en persona! y me firmó el libro por supuesto.

Una vez finalizado 'el trabajo' había que celebrar el encuentro ¿y hay algo mejor qué unas cañas, tapas y una agradable conversación?
Guillermo ¡fantástico! que satisfacción cuando compartes risas y te encuentras tan a gusto con un grande como él.

En esa charla alegre, encantadora y tan cómoda también aguantaron mi verborrea (cotorra Chary) Ricardo Balaguer,  María JoséRebeca Llamazares y Ana a los que ya conocía, Fátima, Luis y Miguel que han sido un descubrimiento maravilloso.
Por cierto Ana, Fátima y yo ¡hemos ido al mismo colegio! No coincidimos en clase por la edad, soy la mayor. El Mundo es un pañuelo ¿verdad?

Cuando llegué a casa no dejaba de dar vueltas a una pregunta o comentario que me hizo Guillermo sobre mi predilección, no sé si fue exactamente la palabra que empleó, por Javier. No lo dudé, es más que evidente, pero no se limita a mi admiración desde que conocí su blog, la relación más directa desde que coincidimos en Twitter o su implicación en distintas actividades.
Me dejé en el tintero algo más importante, le he visto crecer.
Quizás suene pedante y ridículo pero me siento orgullosa de ver y vivir una etapa que sé se alargará en el tiempo.
Conocí a Javier Sanz autor del blog 'Historias de la Historia', que se involucró en el proyecto solidario 'Letras en el Sahara' y nosotros con él, que organizaba concursos de relatos, que puso en marcha su proyecto la revista 'Entropía' ...
Años después cumplía un sueño y publicaba el que sería su primer libro, el segundo no tardó en llegar, ni el tercero, ni el cuarto, ni el ...
He sido testigo de una trayectoria con sinsabores y mucho mucho trabajo pero repleta de tanta ilusión que ahora es el protagonista de aquel sueño.

Si, le he visto crecer (y no en altura) como también ha crecido nuestra amistad.


El domingo fue un día maravilloso ¿cuando repetimos?


El Interior Secreto: Un domingo de Grandes

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04 junio 2014

Un coche diferente

El 600 de la familia

No me preguntéis la matricula de mi coche porque no me la sé, pero ni del que tengo ahora ni la de los anteriores y por supuesto la del coche de mi chico no tengo ni idea. Pero la matricula del primer coche que tuvo mi madre y nos acompaño durante muchos años si la recuerdo y no creo que la olvide.

Cuando tenia once años nos mudamos de casa. Hasta ese momento vivíamos al ladito de El Retiro, pero el piso era de alquiler por eso mi madre decidió meterse en una hipoteca y tener una casa que fuera suya el día de mañana.
Y lo logró, a día de hoy es SU casa y lo ha conseguido ella sola sin ayuda de nadie.

Pero nos fuimos a vivir a uno de los barrios que el Instituto Nacional de la Vivienda (INV) construía en aquel momento.
Ahora es un barrio relativamente céntrico y con excelentes comunicaciones, pero entonces ... ¡parecía que nos habíamos mudado a kilómetros de Madrid! Acostumbrados a ir andando a todos los sitios ahora de repente dependíamos del único autobús que llegaba hasta allí.
Pero mi madre lo tenía todo previsto, ya tenía carnet de conducir, había aprobado ¡a la primera! y ahora sólo faltaba comprar un coche.
El elegido fue un precioso, simpático y utilísimo Seat 600 de color amarillo canario.

Con él hicimos un montón de viajes y siempre se portó genial, nunca se estropeó ni falló, nada de nada, incluso en los inviernos más duros y con intensas nevadas aquel coche arrancaba a la primera mientras que los dueños de auténticos cochazos nos miraban entre alucinados y desesperados cuando nosotros iniciábamos la marcha y ellos se quedaban tirados, claro que en la cara de mi madre y en la mía se dibujaba una sonrisilla de satisfacción que nos duraba todo el día. Tenéis que entender que hablamos de los setenta, mujer al volante y sin problemas ¡no era fácil!

Los domingos llevábamos a mi hermano a la Estación de Autobuses para su vuelta al colegio (era un internado pero venia los fines de semana a casa). Cuando nos despedíamos y regresábamos a casa ya era de noche y, durante un tiempo, según íbamos por el Pº de la Castellana se pinchaba alguna rueda y teníamos que parar.
Era salir mi madre del coche y frenar en seco varios voluntarios dispuestos a auxiliar a tan bella dama (ya os he comentado en alguna ocasión que mi madre ha sido y es preciosa de ahí tanto interés en ayudarla). Por supuesto cambiaban la rueda pinchada y se llevaban un 'muchísimas gracias' de recuerdo porque mi madre se metía en el coche rápidamente roja como un tomate y se despedía con una gran sonrisa. No hace falta que os diga que no ha cambiado una rueda en su vida.

Una mañana mientras íbamos al dentista, un Renault 7 blanco tenía tanta prisa que se salto la doble linea continua para adelantar en plena c/ Padre Damián obligando a mi madre a dar un volantazo con tan mala suerte que pisamos una placa de hielo y el coche empezó a patinar hasta que terminamos en el carril contrario empotrados contra un Dodge militar que esperaba a un alto mando. Las dos salimos despedidas por la misma puerta, la del piloto. No nos pasó nada grave, únicamente mi madre se rompió el menisco de una rodilla, pero para lo que podía haber pasado eso no fue nada.
El chofer militar no daba crédito a como había quedado el Dodge, sólo decía ¿y como digo yo en el taller que esto lo ha hecho un 600? El pobre, que se portó genial y fue el primero que nos ayudó, sólo quería aligerar la tensión e intentar calmar el susto (histeria) de las dos.
¿El del Renault 7? salió huyendo el muy cobarde.

El caso es que a nuestro querido coche tuvieron que quitarle todo el morro y como no encontraron ninguno del color original hubo que pintarlo entero y ¿qué color decidió mi madre? ¡ROJO! pero no el rojo Seat 600, no, ¡rojo rojo! Era el único 600 de ese color en todo Madrid, y eso resultó de mucha ayuda las dos veces que nos lo robaron porque la policía lo encontró el mismo día que nos lo quitaron.
También un invierno alguien lo abría y dormía en él, pero cuando nosotras llegábamos ya no estaba y nunca faltó nada del coche.

A pesar del color que lo hacia claramente visible y reconocible, el despiste de mi madre conseguía 'perderlo', ya podía ser el parking más pequeño del mundo, mi madre nunca lo encontraba.

- Nos han robado el coche
- Mamá ¿otra vez? piensa bien, intenta acordarte donde lo dejaste
- Que no, que nos lo han robado ¿como no voy a saber donde lo he aparcado hija?

Y según pronunciaba esta frase el coche aparecía y las dos nos reíamos.

¿Se puede querer a un coche? yo creo que si.

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24 mayo 2014

¡Nos vamos!


En Junio de 1968 mi tía y madrina se casó, y lo hacia con el que ha sido y es mi segundo padre.
La boda transcurrió como tenía que ser, bien, con mi hermano y yo vestidos para la ocasión y encargados de llevar las arras y los anillos, él todo de blanco con pantalones cortos, yo con vestido cortísimo y gorro tipo capota tan de moda entonces.
Tras la ceremonia y posterior celebración iniciaron la luna de miel camino de Asturias, su destino para disfrutar de aquellos días.

El recién estrenado esposo aunque había nacido en Madrid se consideraba y sentía asturiano, de hecho a día de hoy mantiene ese acento tan peculiar de la tierra y con el que hablaban sus padres y demás familia.
El alojamiento elegido no podía ser otro que un antiguo caserón familiar.

Y llegó la noche.
De repente en plena madrugada él se levanta y agarra a su mujer al grito de:
- Vámonos que aquí no nos quieren.
Ella sin comprender nada sólo acertó a preguntar
- ¿Qué dices? ¿Pero adonde vamos a ir a estas horas?
Pero era tal la fuerza y el convencimiento de él, que salieron corriendo del caserón en plena noche y totalmente desnudos.
Tras un rato corriendo a través de aquellos valles como si fueran Adán y Eva, ella completamente aterrada seguía gritandole e intentando que entrara en razón ... hasta que por fin ¡le despertó!
Si, mi tío es sonámbulo, un pequeño detalle 'sin importancia' que olvidó comentar a la que ya era su mujer, pero a partir de aquel momento ella si lo recordó cada día y empezó su pequeña venganza.

Él era un alto ejecutivo lo que le obligaba a realizar viajes de varios días con cierta frecuencia, aquí era donde ella fraguaba su desquite.
Se dedicaba a cambiar todos los muebles de sitio con la excusa de aprovechar el espacio y darle un aire nuevo a la decoración, y lo hacía ella solita, sin ayuda para mover los muebles ni nada, a lo bruto. Cuando él llegaba a casa se encontraba con los cambios y le gustaban, hasta que llegaba la noche y se levantaba sonámbulo. Se despertaba a base de los golpes que se daba con los muebles que no estaban en su sitio habitual.
- ¡Me cago en ...!
Ella medio dormida
- ¿Qué pasa? ¿Te has hecho algo?
- No, no.
Y ella se daba la media vuelta para ocultar la media sonrisilla.

La venganza continuó e incluso una noche él apareció durmiendo en el suelo y con la cabeza metida dentro de la mesilla de noche

Claro, que las venganzas te pueden explotar de repente en la cara y así ocurrió, tres de sus cuatro hijas también ¡son sonámbulas!
Las cuatro dormían en la misma habitación, las dos mayores en una litera y las dos pequeñas en otra.
Y esto es lo que ocurría una noche cualquiera:
- Una se sienta en la cama y empieza a contar en voz alta, uno, dos, tres, ....
- Otra se levanta a comprobar que la puerta de entrada a la casa esta cerrada y lo hace varias veces.
- Otra se levanta y discute con quien sea en voz alta en un dialogo perfectamente comprensible.
- La que no es sonámbula duerme tanto y tan bien que se cae de la cama y no se entera ¡y sigue durmiendo plácidamente en el suelo!

Las cuatro viven ya fuera de casa con sus respectivas parejas ¿les habrán contado su secreto?
Tengo que preguntárselo.

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21 abril 2014

Perder la cordura

El interior secreto: Perder la cordura

Vale la pena perder la cordura.
Alterar el ritmo de las estaciones
y deleitarnos en las diferencias.
Renegar de lo establecido
y crear un nuevo y prodigioso ciclo.

Vale la pena negar la imposibilidad.
La desnudez del invierno
y la calidez del estío.
El esplendor del otoño
y el resurgir de la primavera.

Vale la pena perder la cabeza.
No conocer el frío
y si el fuego provocado.
Lucir para ti mi piel
y calmar tu sed.

Vale la pena perder la lucidez.
Convertir en infinito el día
y hacer nuestra la noche.
Trazar en tu cuerpo mi locura
y firmar el pacto del deseo.

Vale la pena perder el pudor.
Rendirme a la inquietud de tus manos
y entregarme al ímpetu de los besos.
Ofrecerte mis ávidos labios
y brindarte la excitación de los sentidos.

Vale la pena perder la cordura. 



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