¿Pecados?

No creo en los pecados, creo que existe el bien y el mal.

El mal con mayúsculas, porque sí, sin explicación ni sentido, quitando o destrozando vidas sin motivo, sólo por placer y la locura de muchos, la ignorancia ante el hambre y la pobreza, guerras por el interés de unos pocos, dictaduras asesinas y abusivas, falta de respeto a los ideales de unos y otros, y otras tantas y peores maldades.

Pero ¿Amar? Es el mejor de los bienes. Amar la Vida, a los que nos importan y están a nuestro lado sin juicios ni preguntas, Amar con cada letra, con la palabra completa, con el alma y el corazón, con todo nuestro cuerpo, Amar el Amor, ...

No tengo un cuerpo para el pecado, pero a mi cuerpo le gusta pecar.
Me regocijo en el Amor, lo disfruto, es como una necesidad sentirlo y lograr vivirlo. Amar y declararlo a la persona amada merece ser proclamado. Amar y negarlo, guardarlo para uno mismo es un sufrimiento innecesario, un castigo inútil y un corazón roto, Amar en silencio causa un dolor y angustia insoportable.

Amar es tan asombroso como sencillo, y sentirlo es fascinante en esta maravillosa y corta vida. Es un sentimiento tal, que vivirlo no es pecado. Es una sensación insustituible. Dejarlo pasar, ocultarlo y callarlo es insufrible.

Amar no es ni puede ser pecado. Amar y negarlo si lo es y se castiga con las más duras y peores penitencias en el corazón.