Hasta ahora no he podido ponerme a escribir ¡Uf! Es que después de tantos meses en reposo la incorporación a la normalidad laboral ha sido un poco dura.
Y la culpa es toda mía, porque el recibimiento por parte de mis compañeros ha sido fantástico, me han hecho sentirme muy bien y se lo agradezco muchísimo, pero es que yo soy un poco ... digamos inconsciente. No he realizado una recuperación como se supone que tendría que haber hecho, directamente ¡Hala a trabajar! y mi puesto de trabajo no es estar sentada en una mesa ¡Nooooooo! Son 6 horas de píe y además, aunque el martes era fiesta para casi todo el mundo, en mi caso no fue así. ¿Consecuencias? Una especie de agujetas en la tripa que, por supuesto, se pasarán en unos días pero que consiguieron que solicitara un día de descanso para ir dosificando las fuerzas y afrontar el resto de la semana en condiciones ¡Qué también trabajo los sábados! Así es que mañana volveré con las mismas ganas pero mucho mejor físicamente.

Para que pudierais ver el estado en el que llegué ayer a casa, me hice una foto, lamentable ¿Verdad? Pero tras unas prudentes horas de sueño reparador y la mañana dedicada a no hacer nada, he de decir ¡Que estoy muchísimo mejor!
Pero bueno, empecemos por el principio. El domingo no pude dormir, aparte de mi insomnio habitual estaba muy nerviosa y no se porque ¡Total sólo volvía a trabajar! Camino de mi puesto laboral era como si no supiera lo que me iba a encontrar ¿Y que me encontré? Pues lo normal, todo estaba donde debía y nada se había movido de sitio, pero yo me sentía como un elefante en una cacharrería.
Pero el buen trato por parte de mis jefes y compañeros consiguió que me tranquilizara y pudiera ir poniéndome al día poco a poco, no tengo quejas ¡Ni una! Al revés, sólo agradecimiento. ¡No sé que se me pasó por la cabeza para llegar a semejante estado de ansiedad! Supongo que esa maldita inseguridad que se ha instalado en mi desde hace tiempo y que no termina de abandonarme.
En fin, que todo va bien y yo me encuentro mejor y eso es lo más importante. Todo lo demás lleva su ritmo, poco a poco, avanzando despacio pero hacía adelante, así es que no me quejare.
Por otro lado, hace unos días me llevé un grata e inesperada sorpresa. Este año decidí inscribir este blog en los Premios20Blogs 2010. Lo hice sin ninguna pretensión, simplemente por probar. En la blogosfera hay páginas increíblemente buenas y no esperaba absolutamente nada. Pero me he llevado una de las sorpresas de mi vida al comprobar que, gracias a vuestro apoyo, este vuestro blog se encuentra entre los finalistas en la categoría de Personal.
Y no terminan ahí mis sorpresas, ¡Resulta que también me estáis votando en los Premios Bitácoras 2010!
Sinceramente nunca esperé algo así ¡¡¡GRACIAS!!!