31 marzo 2010

Aquí no nos quieren

Aquí no nos quieren

En Junio de 1968 se casaba la hermana mediana de mi madre, mi tía y madrina que había vivido con nosotros durante unos meses, y lo hacia con el que ha sido y es mi segundo padre.
La boda transcurrió como tiene que ser, bien, con mi hermano y yo vestidos para la ocasión y encargados de llevar las arras y los anillos, él todo de blanco con pantalones cortos, yo con vestido cortísimo (enseñando las bragas) y gorro tipo capota tan de moda entonces.
Tras la ceremonia y la posterior celebración iniciaron la luna de miel camino de Asturias que era su destino para disfrutar de aquellos días.
El recién estrenado esposo, aunque había nacido en Madrid, se consideraba y sentía asturiano, de hecho, a día de hoy mantiene ese acento tan peculiar de la tierra y con el que hablaban sus padres y demás familia.
El alojamiento elegido no podía ser otro que un antiguo caserón familiar.

Y llegó la noche.
De repente en plena madrugada, él se levanta y agarra a su mujer al grito de:
- Vamonos que aquí no nos quieren.
Ella, sin comprender nada, sólo acertó a preguntar
- ¿Qué dices? ¿Pero adonde vamos a ir a estas horas?
Pero era tal la fuerza y el convencimiento de él, que salieron corriendo del caserón en plena noche y totalmente desnudos.
Tras un rato corriendo a través de aquellos valles como si fueran Adán y Eva, ella completamente aterrada seguía gritandole e intentando que entrara en razón ... hasta que por fin ¡le despertó!
Si, mi tío es sonámbulo, un pequeño detalle que se le olvidó comentar a la que ya era su mujer, pero a partir de aquel momento ella no lo olvidó nunca y empezó su pequeña venganza.

Él era un alto ejecutivo (ya se ha jubilado), lo que le obligaba a realizar viajes de varios días con cierta frecuencia, aquí era donde ella fraguaba su desquite.
Se dedicaba a cambiar todos los muebles de sitio con la excusa de aprovechar el espacio y darle un aire nuevo a la decoración, y lo hacía ella solita, sin ayuda para mover los muebles ni nada, a lo bruto. Cuando él llegaba a casa, se encontraba con los cambios y le gustaban, hasta que llegaba la noche y se levantaba sonámbulo, se despertaba a base de los golpes que se daba con los muebles que no estaban en su sitio habitual.
- ¡Me cago en ...!
Ella medio dormida
- ¡Que pasa! ¿Te has hecho algo?
- No, no.
Y ella se daba la media vuelta para ocultar la media sonrisilla.

La venganza continuó e incluso, una noche, él apareció durmiendo en el suelo y con la cabeza metida dentro de la mesilla de noche

Claro, que las venganzas te pueden explotar de repente en la cara, y así ocurrió, tres de sus cuatro hijas también son ¡sonámbulas!
Las cuatro dormían juntas en la misma habitación, las dos mayores en una litera y las dos pequeñas en otra, y esto es lo que ocurría una noche cualquiera:
- Una se sienta en la cama y empieza a contar en voz alta, uno, dos, tres, ....
- Otra se levanta a comprobar que la puerta de entrada a la casa esta cerrada, y lo hace varias veces.
- Otra se levanta y discute con quien sea en voz alta en un dialogo perfectamente entendible.
- La que no es sonámbula duerme tanto y tan bien que se cae de la cama y no se entera ¡y sigue durmiendo plácidamente en el suelo!

Las cuatro viven ya fuera de casa con sus respectivas parejas ¿les habrán contado su secreto?
Tengo que preguntárselo.

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29 marzo 2010

Jugar contigo

Jugar contigo

Quiero jugar con tu risa
sincera y abierta,
feliz y llena de colores.

Quiero seguir tus pasos
divertidos, seguros,
sin dudas, de tu mano.

Quiero abrazar tus abrazos
y descubrirme en tus ojos
enormes e inocentes,
llenos de luz y tan alegres.

Hacerte cosquillas,
besar tus mejillas
y entre beso y beso
jugar contigo.

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28 marzo 2010

Sirena

Sirena

Cada vez estoy más convencida de que tuve otra vida anterior y fui sirena. El agua es mi elemento natural, en el que me encuentro a gusto, disfruto, juego y del que me cuesta salir.

Suena el despertador y a tientas busco el botón que hará que vuelva a sonar en un rato, me acurruco en la almohada y me agarro a las sabanas como si fuera un salvavidas ¡Me cuesta tanto dormir! De nuevo el despertador me llama y yo insisto con el botoncito, solo un rato más. Cuando por fin consigo dormirme es casi la hora de levantarme por eso apuro hasta el último momento.

Me levanto sin despertarme y abro la ventana, esa primera bocanada de aire limpio y nuevo consigue recordarme que estoy viva.
Me preparo mi primer café del día, cuando levanto la taza el aroma empieza a despertar mis sentidos. Necesito este rato diario de tranquilidad, no hay prisa ya correré luego, pero ahora estos minutos son  míos y necesito su calma.

Vuelvo a la habitación cierro la ventana hago la cama preparo la ropa y me encamino al que es uno de lo mejores momentos del día, abro la ducha y ahora si, ahora me despierto.

Apoyo mis manos en la pared y dejo que el agua corra por mi espalda, abriendo cara poro, limpiando cada pena, levanto la cara para recibir su tibieza y dejo que me arranque lo malo vivido.

Mientras siento como el agua corre por mi cuerpo me imagino en mi Mar. Estoy nadando, buceando, jugando con las olas, chapoteando, me tumbo boca arriba y disfruto de su silencio. También puedo estar en un río, un lago, incluso una piscina, todo vale mientras sea agua y pueda sumergirme.

Salgo de la ducha, me visto y salgo a la calle. Ahora toca correr, trabajar, lo normal. Cuando vuelvo a casa, mis perros me saludan como si les hubiera abandonado, sobre todo Patxi, me regaña como diciéndome ¿Donde has ido sin mi? Tras los saludos y lametones sólo me apetece una cosa, un baño.

Abro el grifo de la bañera y empiezo a prepararlo todo, música adecuada, alguna vela y las sales. Cuando me sumerjo en el agua cierro los ojos y vuelvo a soñar con mares, ríos, lagos y piscinas. Los sonidos del mar me acompañan. Cuando por fin salgo el agua esta helada, pero no me importa, he tenido otro momento sirena y ha merecido la pena.

Me siento renovada, es el poder del agua.


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25 marzo 2010

Poco a poco

Poco a Poco

En el fondo, pero muy en el fondo, muy muy en el fondo, existe la certeza de que lo puedo conseguir, porque la vida es un reto y de eso si entiendo.
Siempre he ido trazando objetivos o proyectos a cumplir. Aprobar asignaturas e ir pasando de curso en la época escolar, aprobar la selectividad, decidir trabajar o seguir estudiando cuando no quedó más remedio que hacerlo, luchar por mi matrimonio en los momentos de crisis, ser madre, ...
En cada etapa me he involucrado hasta los huesos tratando de sacar lo mejor de cada situación y casi siempre lo he conseguido.

Soy administrativa a fuerza de practicar, se maquetar porque alguien decidió que podía hacerlo y me busque las vueltas para aprender que era eso, soy guía de turismo sin titulo porque era una parte de mi trabajo que me apasionaba y con la que disfrutaba, soy diseñadora gráfica cuando jamás entró en mis planes ese campo y descubrí que me encanta porque saca de mi la parte creativa, hablo en publico con fluidez y seguridad, sé utilizar mi voz ante un micrófono porque las circunstancias me obligaron a hacerlo y la suerte puso en mi camino a la mejor profesora, manejo las áreas de Recursos Humanos y Relaciones Laborales, soy animadora social y sé casi todo sobre la organización y desarrollo de eventos.

Cada día aprendo algo nuevo sobre la convivencia y el Amor, que nada te explica como ser madre, hija, pareja y amiga, sólo el día a día y a veces me equivoco pero también he aprendido a pedir perdón y perdonar.
Si he llegado hasta aquí manteniendo la pasión por saber, aprender y querer, si he conseguido lo que ni siquiera me había planteado ¿Por qué no voy a conseguir conocerme, reconocerme y quererme? Aun no he encontrado la lección sobre como hacerlo, pero a fuerza de tesón lo haré.

De momento empiezo con:
- Yo: Hola soy yo
- Yo: Hola encantada de conocerte

El resto se ira escribiendo solo y poco a poco.

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23 marzo 2010

Sin verme

Sin verme

Lo reconozco y lo asumo, dependo demasiado el cariño de los míos. A falta de autoestima y quererme yo, ese cariño es vital para mi.
Haciendo memoria, ha sido siempre así, como si, inconscientemente, pensara que ese amor no me lo merecía y tenia que luchar para conseguirlo.
De pequeña era muy sociable, extrovertida, simpática, graciosa, risueña, ... todos esos adjetivos que la familia aplica a sus niños, pero al crecer (en años no en estatura) desaparecieron las "gracias" y surgieron otras apreciaciones, halagadoras todas, pero que yo no me encontraba. Me miraba al espejo y no veía aquello que los demás valoraban. No es que me importara, que no lo hacía, simplemente pensaba que me adulaban sin saber muy bien porque. Lo único que reconocía era la sonrisa, esa si, siempre estaba.

Según pasaban los años aparecieron los piropos, y tampoco me los creí, ya podían venir de aquel que se había convertido de mi desazón adolescente o juvenil que daba lo mismo, me sentía halagada, nada más.

Empecé a trabajar y los demás seguían viendo en mí algo que no había por que yo no lo veía. Me estudiaba en el espejo paso a paso, analizando aquello que otros alababan, pero nada, no estaba. Los ojos, expresivos si, pero de color miel con algún toque verde pero normales, muy normales, nada de ojazos, cuando nació mi hija vi lo que eran ojos bonitos de verdad. La boca pequeña, nada que ver con la de mi madre, no, no había heredado aquellos labios carnosos y sensuales ni sus magníficos pómulos. La nariz pequeña al igual que las orejas y el culo ¡ahí si heredé el familiar! tiene hasta copyright ¡es inconfundible! es como el de casi todas las españolas, por entonces aun no era famoso el de Jenifer López que ¡bendita sea por reivindicar las curvas! Y después de mirarme y remirarme llegaba siempre a la misma conclusión, es la sonrisa lo que les gusta.
Jamás pensé que fuera más lista que nadie y mucho menos inteligente, soy curiosa, responsable y concienzuda, nada más, con muchas dudas respecto al resultado final de lo que hago, por eso siempre ando preguntado ¿está bien? o ¿que te parece? Siempre pienso que los demás no me toman en serio, o que no soy lo suficientemente importante como para que me recuerden o me valoren.
Pero con el cambio de trabajo (o la vuelta, según se mire) me he dado cuenta, que a pesar de los años que han pasado desde que me fui, la gente me reconoce y valora mi trayectoria, que incluso hay cariño donde no pensaba que lo hubiera y que tienen un concepto de mi como persona que no esperaba. Ahora me toca a mi creermelo.

Las duras experiencias vividas en mi infancia pasan factura, sin ninguna duda, pero de la misma manera que he llegado a no sentirme culpable y si víctima, también tengo que conseguir quererme y encontrar lo que los demás ven de bueno en mi y apreciarlo, valorarlo y sentirme orgullosa de ello.

La imagen que ilustra este post es una foto que me hizo mi chico. La he tratado quitándole el fondo para añadirle mi amado Mar y he añadido algunos trazos sobre el perfil para resaltarlo sobre el fondo.

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22 marzo 2010

Juego de los Tops. Mi lista de películas

Juego de los Tops. Mi lista de películas

Acabo de encender el ordenador y al conectarme y realizar un primer vistazo a vuestros blogs me he encontrado con un post de Goefry, mi lunático favorito, en su blog  Mi vida en la Luna que me ha llamado la atención.
Sus entradas siempre son fantásticas, pero en esta ocasión propone un juego que me gusta y además me ha implicado en él nominándome, así es que vamos allá.

El tema es fácil, se trata de una lista de películas, en diferentes categorías, en la que debemos de indicar nuestras favoritas.
 Posteriormente, nominamos a otros blogs… ¡y listo! Ya tenemos un post hecho con el que además conoceremos nuestros gustos en cine.

Mi Lista (Títulos en España):
Mejor Película de Todos los tiempos: “Con faldas y a lo loco”
Mejor Película de Acción: “Indiana Jones (todas)”
Mejor Película de Aventuras: “El Señor De Los Anillos”
Mejor Película Bélica: “Gladiator”
Mejor Película Biográfica: “Una mente maravillosa”
Mejor Película Cómica: “Arsénico por compasión”
Mejor Película de Ciencia Ficción: “La guerra de las galaxias (todas)”
Mejor Película Deportiva: “Evasión o Victoria”
Mejor Película Dramática: "American History X" 
Mejor Película de Gangsters: “El Padrino”, la trilogía.
Mejor Película Histórica: “El último mohicano”
Mejor Película Independiente: "Reservoir Dogs"
Mejor Película de Juicios: “Doce hombres sin piedad”
Mejor Película Musical: “Cantando bajo la lluvia”
Mejor Película Basada en Cómic o Novela Gráfica: “X-Men”
Mejor Película Basada en Obra de Teatro: “Cyrano de Bergerac (Gerard Depardieu)”
Mejor Película Romántica: “Sabrina (Audrey Hepburn)”
Mejor Comedia Romántica: “Historias de Filadelfia”
Mejor Película de Terror: “El exorcista”
Mejor Película Thriller: “Con la muerte en los talones”
Mejor Película de Cine Negro: “Los intocables de Elliot Ness”
Mejor Película de Western: “Dos Hombres y un Destino”
Mejor Película Animada: “Shrek”

Y mis blogueros nominados son: Chema Barragán, de “Rayajos en el aire” Anita_Loss, de “Cuéntame al oído” Joseluinik, de “Todo sobre mi mente” Canoso, de “El blog de Canoso” Onminayas, de “Más cine por favor”

Al final no ha resultado tan fácil como pensaba, decidir solo un titulo en cada categoría es complicado y se quedan muchas en el tintero ¡pero es lo que hay!
Y si alguno queréis participar en este juego ¡perfecto! sois bienvenidos.

PD. Gracias El Ente, no hago más que leer y releer tus maravillosas palabras ¡Gracias!

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19 marzo 2010

En el nombre del padre

En el nombre del padre

Cuando era pequeña en el colegio hacíamos una manualidad como regalo para los papás, el mío había fallecido antes de lo debido pero, aun así, lo realizaba con toda la ilusión. Lo malo llegaba el día del padre, no sé porque mi hermano y yo teníamos que entregarle el regalo al "abuelo" y yo no quería, siempre quise regalárselo a mi tío, aquel que hacía realmente de padre con nosotros, pero nunca dije nada y año tras año la ilusión del regalo hecho con tanto amor se desvanecía en el mismo momento que salíamos de casa para ir a la de los abuelos.

Yo, en silencio y con la imaginación como aliada se lo daba a mi padre, ese era mi consuelo.

Felicidades papá. Hoy no tengo regalo hecho con mis manos, pero si abrazos llenos de ausencias que ocuparé con tu querida imagen.

En este día tan especial tengo que tratar de aliviar la tristeza de tu yerno, haré de tripas corazón para intentar que lo pase algo mejor. Como ya te he contado, es un padre excepcional que tiene pasión con nuestra hija y un abuelo lleno del amor inmenso que nos produce nuestro nieto.
No sé lo que ocurrirá hoy, quizás tu estarás mejor informado desde donde estás, a lo mejor resulta un día maravilloso lleno de sorpresas, o quizás continúe está sinrazón, ojalá pudieras poner algo de cordura en todo esto.
Cuando miro el espejo, mi imagen se difumina y sólo veo esos preciosos ojos inmensos llenos de inocencia, ilusión, curiosidad, alegría y vida, que me miran de frente porque, en su niñez, aun no sabe lo que es la maldad. Pero también veo esos ojos claros maravillosos en los que tantas veces me encontré, ahora no me miran, prefieren mirar hacia otro lado. Aparecen las lagrimas y dejo de mirar.

Gracias a todos por vuestro ánimo, apoyo y cariño, Habéis sido como una tabla a la que agarrarme ¡Gracias!

Sagitaire17 me dijo que iba a buscar una foto para animarme y vaya si lo ha hecho, su post de hoy consiguió arrancarme una sonrisa. Gracias, eres un un Sol.

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17 marzo 2010

Rotos

Rotos
Volví a explotar.
La mascara de la sonrisa, la de todo va bien, se cayó rompiendose en mil pedazos.

Volvió la crisis de ansiedad y el llanto incontrolado, la vuelta a urgencias y los tranquilizantes.
Volví a caer en el pozo oscuro y sin fondo en el que nada tiene sentido.
Sólo hay una inmensa tristeza que no me deja ver, aunque no hay nada que mirar, da lo mismo.

Mi amor me acaricia, y al mirarle descubro en sus ojos una tristeza infinita, la misma incomprensión, una sonrisa forzada que pretende engañarme sin conseguirlo, quiere ayudarme pero no puede, él también esta roto y yo ya no tengo fuerzas, no puedo ayudarle.
Le oigo llorar al mismo compás que yo.
Nos abrazamos, sólo estamos nosotros y nos tendremos que sujetar el uno al otro, no sé como, ya veremos.

Fracasé, en la vida, en mi lucha, como persona, fracasé, y ni siquiera sé si puedo o quiero continuar, fracasé.

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12 marzo 2010

El 600 de la familia

El 600 de la familia

No me preguntéis por la matricula de mi coche porque no me la sé, pero ni del que tengo ahora ni de los que he tenido antes y por supuesto de la del coche de mi chico no tengo ni idea. Pero la matricula del primer coche que condujo mi madre y que nos acompaño durante muchos años me la sé de memoria y no creo que la olvide.

Cuando tenia once años nos mudamos de casa. Hasta ese momento vivíamos al ladito de El Retiro pero el piso era de alquiler, por eso mi madre decidió meterse en una hipoteca, para tener una casa que fuera suya el día de mañana, y lo ha conseguido, a día de hoy es SU casa y lo ha conseguido ella sola, sin ayuda de nadie.

Pero claro, nos fuimos a vivir a uno de los barrios que el Instituto Nacional de la Vivienda (INV) construía en aquel momento. Ahora es un barrio relativamente céntrico y con excelentes comunicaciones, pero entonces ... ¡parecía que nos habíamos mudado a kilómetros de Madrid! Acostumbrados a ir andando a todos los sitios ahora de repente dependíamos del único autobús que llegaba hasta allí. Pero mi madre lo tenía todo previsto, se había sacado el carnet de conducir ¡a la primera! y ahora solo faltaba comprar un coche.
El elegido fue un precioso, simpático y utilísimo 600 de color amarillo canario.
Con él hicimos un montón de viajes y siempre se portó genial, nunca se estropeo ni falló, nada de nada, incluso en los inviernos más duros y con nevadas intensas, aquel coche arrancaba a la primera mientras que los dueños de auténticos cochazos nos miraban entre alucinados y desesperados cuando nosotros iniciábamos la marcha y ellos se quedaban tirados, claro que en la cara de mi madre y en la mía se dibujaba una sonrisilla de satisfacción que nos duraba todo el día. Tenéis que entender que hablamos de los setenta, mujer al volante y sin problemas ¡no era fácil!

Los domingos llevábamos a mi hermano a la Estación de Autobuses para su vuelta al colegio ya que estaba interno pero venia a casa los fines de semana. Cuando nos despedíamos e iniciábamos el regreso a casa ya era de noche y, durante un tiempo, según íbamos por el Pº de la Castellana se pinchaba alguna rueda y teníamos que parar. Era salir mi madre del coche y frenar en seco varios voluntarios para ayudar, ya os he comentado en alguna ocasión que mi madre ha sido y es preciosa, de ahí tanto interés en ayudarla. Por supuesto cambiaban la rueda pinchada y se llevaban un "muchísimas gracias" de recuerdo, porque mi madre se metía en el coche rápidamente y se despedía con una gran sonrisa. No hace falta que os diga que no ha cambiado una rueda en su vida.

Una mañana mientras íbamos al dentista, un Renault siete blanco tenía tanta prisa que se salto la doble linea continua para adelantar en plena calle Padre Damián (los datos son para ver si se acuerda el desgraciado, porque salió huyendo el muy cobarde) obligando a mi madre a dar un volantazo, con tan mala suerte que pisamos una placa de hielo y el coche empezó a patinar y terminamos en el carril contrario empotrados contra un Dodge militar que estaba esperando a un alto mando. Las dos salimos despedidas por la misma puerta, la del piloto. No nos pasó nada grave, sólo el menisco de la rodilla de mi madre que se rompió, pero para lo que podía haber pasado eso no fue nada. El chofer militar no daba crédito a como había quedado el Dodge, sólo decía ¿y como digo yo en el taller que esto lo ha hecho un 600? El pobre, que se portó genial y fue el primero que nos ayudó, sólo quería aligerar la tensión del susto.
El caso es que a nuestro querido coche tuvieron que quitarle todo el morro y como ya no había del color original hubo que pintarlo entero y ¿qué color decidió mi madre? ¡rojo! pero no un rojo común no, ¡rojo rojo! Era el único 600 de ese color en todo Madrid, y eso resultó de mucha ayuda las dos veces que nos lo robaron, porque la policía lo encontró el mismo día de los robos.
También supimos que un invierno alguien lo abría y dormía en él, pero cuando nosotras llegábamos ya no estaba y nunca faltó nada del coche.
A pesar del color, el despiste de mi madre hacia que siempre lo "perdiera", ya podía ser el parking más pequeño del mundo, mi madre nunca lo encontraba.

- Nos han robado el coche
- Mamá ¿otra vez? piensa bien, intenta acordarte donde lo dejaste
- Que no, que nos lo han robado ¿como no voy a saber donde lo he aparcado hija?

Y según pronunciaba esta frase el coche aparecía y las dos nos reíamos.

¿Se puede querer a un coche? yo creo que si.

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10 marzo 2010

Un gen de más

Un gen de más
Feder era un hermoso y alegre trébol verde que nació una mañana de primavera al  de un enorme jardín. Nada más nacer Feder soñaba con tener una vida repleta de sol y de agua en compañía de los demás tréboles y disfrutando de lo que suponia un futuro lleno de esperanza y alegría. Sin embargo, el sueño de Feder se desvaneció cuando se dio cuenta de que mientras todos sus amiguitos tenían tres hojas, él tenia cuatro. ¿Por qué soy diferente? ¿Por qué no puedo ser como los demás?Feder preguntó y preguntó a todos sus amigos, pero nadie sabia contestarle, nadie tenia respuestas para Feder.El tiempo pasaba Feder iba creciendo y sus amigos, poco a poco, iban dejandole a un lado ¡Él no era como el resto! Era un trébol diferente un trébol trébol raro.Le habían dejado aquella historia para que la leyera, un cuento con el que se sentía identificada. Había pasado casi diez años ¿ya? Aun lo recuerda como si hubiera sido ayer.
Tenia en la cabeza aquel verano y aquella conversación en la que decidían que era el momento de ir a por un hijo y ¿para que esperar? en ese mismo momento se pusieron a ello. Eran felices y un niño aumentaría esa felicidad. Aquel primer intento fue suficiente, estaba embarazada.

Fue un buen embarazo, sin molestias ni malestares. La doctora le decía en cada visita que todo iba bien, incluso cuando ella le pidió que le hicieran una amniocentesis la convenció de que no era necesario, que no entraba dentro del grupo de riesgo. Sólo quedaba esperar el feliz nacimiento de su hijo, porque ya sabían que era un niño.
Un día de mucha lluvia, Feder conocio a uno de los treboles mas viejos del jardín, este trebol enseguida despertó la curiosidad de Feder, ya que a diferencia del resto él no se sorprendió al ver "lo especial que era". ¿Sabes por qué soy diferente? pregunto enseguida Feder.Entonces el trébol de forma serena y pausada asintio, y le contesto: "Querido Feder debes saber que de cada 10.000 tréboles, nace uno que tiene cuatro hojas. Todavía los más mayores del lugar desconocemos la causa exacta, pero algunos arboles centenarios apuntan a que pueden ser los genes que corren por tus raices los que te hacen ser distinto". Fue entonces, cuando el trébol viejo con lagrimas en los ojos le explicó:"los tréboles de cuatro hojas tienen una esperanza de vida muy corta. Al ser tan especiales y maravillosos, los seres humanos deciden cortarlos y utilizarlos como amuletos de la buena suerte. Esto hace que casi ningún trébol sobreviva.Entonces Feder pregunto, ¿No puedo hacer nada para solucionarlo?.Por supuesto "puedes buscar a otros tréboles en tu misma situación y uniros para defender vuestro derecho. Podeis luchar para que el resto de los tréboles de tres hojas descubran que la diferencia os hace hermosos y especiales".Y fue después de escucharlo cuando Feder más fuerza tenia, cuando más vida quería vivir, cuando sobre él se ciñó una gran sombra negra. Una mano humana se abalanzó sobre Feder dispuesto a arrancar de cuajo todas sus ilusiones.
Y llegó el momento, carreras al hospital, demasiado pronto para la epidural, ahora tienes fiebre y tampoco te la podemos poner, demasiados dolores, demasiado tiempo, demasiado cansada. Y tras muchas horas de parto deciden que hay que hacer una cesárea, algo no iba bien pero no pudo entender el qué.

Cuando despertó estaba en la UCI, tendría que estar allí un día.
- ¿Pero ... y mi hijo?
- No te preocupes, está bien, sólo que le falta un poquito de peso y está en la incubadora.
- ¿Pero no puedo verlo?
- Tranquila, cuanto antes te recuperes antes le verás, tranquila.

¿Tranquila? ¡sólo quería ver a su hijo! quería ver con sus propios ojos que su hijo estaba bien. Al día siguiente la pasaron a una habitación en la que estaba sola, la extrañó por que en La Paz las habitaciones son compartidas, dos madres en cada una, pero bueno, mejor, así estaría más cómoda. A lo mejor era por la cesárea. Tampoco pudo ver a su hijo aquel día.
- No debes moverte, ten paciencia, todo está bien.
- ¿Y como es?
- Tiene mucho pelo y muy moreno ¡es precioso!
- ¿Y te han dejado cogerlo?
- No, está en la incubadora y de momento sólo dejan entrar a verle. Tranquila, mañana le verás.
Todo se iba ha acabar para nuestro amigo, cuando una voz de un niño resonó con fuerza en el aire, "Papa no arranques ese , ¿Por qué no lo dejas en el jardín y cada día venimos a mirarlo para ver como crece?"Fue entonces cuando el niño se acerco a Feder y con su mano le acaricio suavemente. Ese niño le salvado, le había devuelto la esperanza.Y justo mientras estaba dando gracias por poder seguir con vida Feder se percató de un curioso detalle: el niño que le había salvado y que le había acariciado con tanta ternura, no era como el resto de los niños, que Feder conocía. Ese niño era tan especial como él. Tenia la cara diferente, los ojos rasgados y una enorme sonrisa.
Y llegó mañana, y con el nuevo día una visita inesperada. Era una psicóloga, acompañada de la enfermera. Cerraron la puerta y se cayo el Mundo.

Nadie la había preparado para aquello ¡nadie le hablo de ninguna posibilidad! No entendía nada, no sabía como afrontar tanta información, llegó a un punto en que ni siquiera escuchaba ¡Su hijo, su esperado y querido niño había nacido con un gen de más! Su adorado bebé había nacido con Síndrome de Down.

Habían sido años de pruebas, amor, dudas, cariño, aceptación, ilusión, terapias de estimulación, alegría, logopedas, cariño, lucha, abrazos, ingresos en el hospital, inocencia, progresos, información, besos, ...
No cambiaría a su hijo por nada del mundo, es lo mejor de su vida. Cuando aquella psicóloga les habló, simplemente ignoraba lo que era capaz de darles aquel niño tan especial, tan lleno de ternura, tan lleno de vida.


Esta historia es real, los protagonistas son Mer y su hijo Alex. Él es mi niño especial, el que cuando hablo con él por teléfono me dice un efusivo ¡Hola Chary! que me llena el corazón. De él he copiado ese Hola con el que os respondo en cada comentario.
Texto: Mer y Chary

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08 marzo 2010

Sobre mi: leyendas y otras verdades

Sobre mi, las leyendas y otras verdades

Vamos a reirnos un poco, pero esta vez conmigo como protagonista. Lo de reír porque me hace falta y a otros cuantos que sé también. Pero esta vez reiros conmigo, ¡no de mi! ¿Vale?

Aparte de mis virtudes estos son algunos, pero sólo algunos de mis "defectillos" ¡Bah!, nada importante y en los que seguro más de uno se verá reflejado. Pues vamos a ello

Circula una leyenda sobre mi que debo aclarar. Dicen que soy un desastre, una calamidad, total por un par de caídas de nada y algún que otro accidente sin importancia.
En casa cuando se oye un ruido que signifique destrucción la reacción es ¡Charyyy! ¿Se puede saber que has roto ahora? Claro ¡Como ya tengo la fama!

Cuando subo andando las escaleras raro es que no tropiece y acabe subiendo a gatas ¡pero no ocurre siempre!

Estando en mi anterior trabajo un día bajé a tomar un café con una amiga y mi compañera me pidió que le subiera uno. Era un local de dos plantas y la oficina estaba arriba. Cuando me despedí de mi amiga pedí el café para llevar y cuando estaba a punto de llegar... en el penúltimo escalón tropecé y el café acabó en la pared, en el suelo y en toda yo ¿y que comentario se oyó? ¡Se ha matado! ¡Chary se ha matado! acompañado de las risas correspondientes que se multiplicaron cuando vieron mi lamentable estado ¡Pero solo ocurrió esa vez! Como aquella en la que ¡Sin querer! tiré una pantalla de ordenador al suelo ¡Encima que no se rompió!

Un día decidí que quería subir a esquiar, bueno para aprender, y mi jefe casi me lo prohibe.
- No Chary, no.
- Pero ¿por qué? No lo entiendo.
- ¿Qué no lo entiendes? ¿Tengo que explicartelo? ¡Porque eres capaz de romperte la cabeza o cualquier otra cosa!
 ... Sin argumentos que me dejó y sin la posibilidad de rebatirle.

Mi chico me tiene prohibido fregar los platos ¿Qué por qué? Dice que sale carísimo comprar vajilla y cristalería cada dos por tres, así que no me deja ni acercarme a todo aquello que se pueda romper. Si, reconozco que alguna vez he roto algún vaso o algún plato ¿y qué? No es para tanto.

Un día que llovía a cántaros, hace ya tiempo, mi chico vino a buscarme al trabajo y se encontró con una de mis compañeras con la que quedábamos de vez en cuando para tomar algo. Cuando llegué al bar en el que habitualmente me esperaba decidimos que llevábamos a mi compi a casa. Él nos dijo que salía primero para abrir el coche y que luego saliéramos nosotras y así lo hicimos ... sólo que yo me escurrí y acabé debajo del coche.
- Pero ¿Y Chary?
- No sé, hemos salido a la vez.
Cuando salieron del coche y me vieron allí sentada en el suelo y toda embarrada ¡Les dio un ataque de risa! ¡A los dos!
- Pero... ¿os importaría ayudarme?

Si es verdad, me han tenido que escayolar alguna vez ¿y qué? No es para echarse las manos a la cabeza, sólo tengo cierta querencia por el suelo.
Bueno vale, ¡Si! también está lo de patinar sobre el hielo sin patines, quemarme siempre con la plancha, cerrar la puerta del coche con la mano dentro, clavarme un gancho en el ojo, intentar abrir un coche que no es el mío, perder casi siempre el ticket del parking, abrir la nevera para coger el café que he metido en el microondas, ir a comprar y jurar que me han robado el monedero y encontrarlo en casa, buscar las gafas de sol cuando las llevo puestas, coger el autobús o el metro en dirección contraría a la quiero ir,  coger el autobús que me lleva a Madrid y acabar en cualquier otro sitio, hablar sin parar y que me llamen cotorra ... pero ¿es qu nadie más tiene accidentes o despistes?

Así que esta es la verdad sobre mi leyenda ¿A qué es algo exagerada? Si es que ya se sabe, matas un perro y ya te llaman mataperros. 


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07 marzo 2010

A vosotros que estáis siempre

El interior secreto: A vosotros que estáis siempre

En este mundo virtual
donde todo parece natural
y puede ser tan real.

Hay corazones que se multiplican
redes que buscan y vuelan,
cables que se enganchan,
y ondas que se encuentran.

Letras que toman la palabra
para convertirse en obra
y besos que tocan el alma.

A vosotros que estáis siempre:
mil Gracias por venir y leerme,
por Recordarme y escribirme,
por el Abrazo lleno de esperanza,
por las Caricias en forma de palabra,
por Incluirme en vuestras vidas,
por el Ánimo que me dais y recibo,
por volver Siempre y llegar justo a tiempo.

Este corazón que no está muerto
tiene un trocito para cada uno,
un latido por cada comentario,
y un enorme agradecimiento.

¡¡¡Gracias a todos!!!


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04 marzo 2010

Soy una pirata

Soy una pirata
¿Me habéis echado de menos? Yo a vosotros si. 

Os cuento.
Ayer me incorporé al trabajo tras una semana con sinusitis como sabéis, y como soy "la pupas", "una autentica calamidad" según el medico ¿qué pasó? pues que me clavé un gancho en el ojo, no ha sido más que el susto (el que le di a mis pobres compañeros) gracias a dios o lo que sea.
No hay ulcera ni herida solo un escandaloso derrame de color rojo semáforo que no me ha impedido volver hoy al trabajo.
Ayer ni siquiera encendí el ordenador y hoy solo quería contaros que estoy bien, pero me molesta un poco y me cuesta fijar la vista demasiado tiempo, así es que no podré pasar por vuestros blogs por lo menos hasta mañana o pasado.

Espero que disculpéis a esta pobre torpe y que si veis que no os dejo comentarios es por que no puedo: ¡Que querer quiero!

Un beso enoooooooooooorme a todos.

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01 marzo 2010

Sin reloj

Sin reloj

Desde hace aproximadamente dos años no llevo reloj.
Coincidió con la recaída de la depresión, no sé porque, pero un día decidí que no quería saber la hora en la que vivía, no quería saber nada del tiempo, total no esperaba nada de él, así es que ¿para qué llevar nada que me lo recordara?

Unos meses antes había estado dando la vara a mi marido y a mi hija con que necesitaba un reloj nuevo (clara insinuación para que me lo regalaran por mi cumpleaños) y no sólo me lo regalaron sino que mis compañeros además me regalaron otro. Y ahí están los dos, guardados y a la espera.

Con mi reincorporación al mundo laboral y a la vida normal he intentado llevar alguno de esos relojes, pero no puedo. Es como si llevara en la muñeca parte de unas esposas, me ata, me incomoda, me siento atrapada, así es que termino quitándomelos y poniéndolos de nuevo en su sitio.

No sé si será la falta de costumbre o que, simplemente, me he habituado a no depender de mirar la hora. Evidentemente cuando suena el despertador sé que hora es, pero ya está, no necesito más.

Sigo sin esperar nada del tiempo porque sé que soy yo la que debo actuar, que depende de mí avanzar o retroceder, porque el tiempo es el mismo e igual para todos.
Yo soy la que debo valorar cada segundo, disfrutar cada minuto, y no puedo hacerlo con el tic-tac marcando el ritmo.

Tras varios días en casa por culpa de una sinusitis que hace que parezca que en mi cabeza hay una estampida de elefantes, esto es lo que he estado pensando hoy. No quiero ser esclava de nada, ni del tiempo ni de mi misma (al fin y al cabo yo soy mi peor enemiga), por eso ¡fuera ataduras! y si las cuerdas vienen en forma de reloj no las necesito.

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