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24 julio 2014

Suave piel

El interior secreto: Suave piel

Es una tarde de cielo azul despejado y luminoso.
Calor, mucho calor, el habitual en verano.

Cierras los ojos y te sumerges en el agua refrescante que imaginas pero los abres de nuevo para unirte a la informal y relajada reunión.

Risas, conversación animada y buena compañía hacen que te sientas realmente cómodo.

Descubres que, de reojo unos y descaradamente otros, admiran la suave y delicada piel apenas cubierta por un ligero vestido de quien se sienta a tu lado.

Y sonríes, sólo tú tienes el privilegio de poder acariciarla.

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01 abril 2014

El tiempo de Vivir (y II)

El Interior Secreto: El tiempo de Vivir (y II)

Cuando leía las estadísticas o escuchaba las críticas sobre 'los abuelos canguros' en el fondo sentía un poco de envidia. No quería ser uno de ellos en absoluto, pero de vez en cuando si le gustaría que contaran con ella.

Todos sus hijos vivían en urbanizaciones, uno en chalet, dos en adosado y los otros en pisos, pero todos se habían ido a las afueras y ninguno cerca de otro. No existía razón alguna para que vivieran tan alejados entre ellos, simplemente surgió así, cada uno compró su casa donde más le gustaba o el dinero se lo permitió.
Ella no ponía ni un pero a ninguna, salvo que le pillaran tan lejos, tenían aire puro, piscina, muchísima luz y decoradas con muy buen gusto, sabía que eso era cosa de sus nueras.
Se llevaba bien con todas, le causaron buena sensación cuando las conoció y nunca le 'dedicaron' una mala cara ni le hicieron un desprecio.
Eran ellas las que regañaban a los niños cuando la contestaban con alguna insolencia mientras sus hijos estaban en 'su mundo'.
¿Donde estaban sus modales, la educación que su padre y ella les enseñaron? ¿Qué habían aprendido en la Universidad?

Ya no tenían tiempo para ella. Trabajaban mucho y los fines de semana querían descansar, además sus queridos nietos no querían venir a su casa porque no tenía …
¿Cómo se llama? ¡Ah si! ¿güifi?, ni us no sé que, ¿Para qué vale todo eso? 
¡Claro que sabía lo que era! pero no pensaba dar su brazo a torcer ¿Se estaba equivocando? Su concepto de 'visita a la abuela' no incluía abstraerse con videojuegos.

La tele era nueva por lo del TDT, se la regalaron por su cumpleaños y estaba en el cuarto de estar, pero según ellos tenía que comprar dos más como mínimo, una para el salón, otra para la cocina y un ordenador ¡De ninguna manera pensaba hacerlo! y si alguno de sus hijos o nietos aparecían con alguna de esas 'recomendaciones' ya podían llevársela o la cambiaría ella misma por algo que fuera realmente práctico.

En el salón era donde se reunían a comer cuando venían y en la mesa se comparte conversación no solo comida. Eso de sentarse para estar pendiente de la televisión y no de quien tienen a su lado o enfrente sacaba lo peor de ella, le daban ganas de levantarse y apagar el dichoso aparato o dar un buen golpe en la mesa.

Decían que fuera ella a sus casas, que venían a buscarla y luego la traían.
Había ido alguna vez pero se sintió como uno de esos paños de ganchillo que tejía muchos años atrás, no la dejaban hacer nada, sus nueras ponían la mesa y la quitaban no querían que las ayudara 'Está aquí para disfrutar no para trabajar' ¿Disfrutar de qué? ¿De como su hijo leía el periódico y veía la tele? ¿O de sus nietos a los que solo había visto cuando vinieron a darle un beso y en la mesa? Y cuando sus hijos tenían que llevarla a casa notaba su mala cara. No, no deseaba molestar.

A esos hijos ‘tan modernos’ los había llevado en su vientre y les dio la Vida. Eran la suya de tanto como les quería. No les reprochaba nada ni les juzgaba.
Es el tiempo que les ha tocado vivir, quizás no lo entendía pero lo aceptaba.

Pero sí tenia que hacer algo, debía zanjar de una vez por todas lo de ‘empezar a vivir’ y ‘vender la casa’ 

Queridos hijos:
Una casa son cuatro paredes y ésta no lo es, siempre ha sido un hogar.
No voy vender. Cuando me vaya podéis hacer lo queráis con ella, pero nunca olvidéis que los mejores momentos de vuestra infancia y juventud los habéis vivido aquí. Es probablemente el último lugar donde compartísteis la felicidad unidos.
Una familia no es padres, hijos y apellidos, es más, mucho más que una palabra y vosotros debéis recordar su significado para poder inculcar lo importante no como tradición sino como presente.

No necesito empezar a Vivir, empecé nada más nacer.
He vivido sin arrepentimientos ni nada que ocultar. Vosotros habéis sido lo más grande e importante que Dios me ha dado. Mi única pena es la falta de vuestro padre.

Vivo como he vivido, siendo yo, y así quiero Vivir.
Creéis saber más que yo sobre lo que debo hacer con mi Vida y siento defraudaos, los años me han dado la sabiduría y el privilegio de poder decidir. Nadie va a cambiar eso ni vais a poder hacerlo.

Mi Vida soy Yo y así quiero Vivir.


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25 marzo 2014

El tiempo de Vivir (I)

El Interior Secreto: El tiempo de Vivir (I)

- Mamá ahora que puedes salir y entrar cuando quieras ¿Por qué no lo haces y empiezas a vivir? Eres joven y puedes disfrutar.
- Esta casa es demasiado grande ¿No has pensado venderla y compararte una más pequeña y cómoda?

Cada vez que alguno de sus cinco hijos venía a verla decía lo mismo, como si fuera una de aquellas lecciones que se aprendían de memoria en el colegio.
Tenía la sensación ... no, estaba segura de que eran conversaciones ya preparadas entre ellos, querían pensar por ella, decidir por ella, lo que no veían es que ella sabía lo que quería porque aun pensaba y decidía sobre su Vida.

Siempre había vivido ¿Qué se creían? Y la casa es grande si, pero es en la que crecieron.
Jugaban, corrían por los pasillos, se enfadaban, traían a los amigos y después a sus novios. Pero lo más importante, todos disfrutaron de su padre.
Dios se lo llevó antes de lo que hubieran querido ¿Ya no se acuerdan? La casa estaba llena de recuerdos y no estaba dispuesta a renunciar a ellos ni dejarlos allí.
No era una persona triste ni melancólica, sin embargo cada una de sus arrugas era una alegría, trastada, pelea y orgullo por ellos, despedidas y tristezas, todo estaba reflejado en su rostro y vivía en su corazón.
Aquella casa 'demasiado grande' no era 'incomoda'. Cuando se quedó sola analizó cada habitación, tabique, mueble, etc. y decidió que era el momento de ponerla a su gusto. Tenía un cuarto de estar cómodo y sencillo, el salón era más grande porque la familia crecería, tiró paredes, modernizó la cocina y lo que más le gustaba, con tantas obras la casa estaba llena de luz, llegaba a cada rincón y era alegre.
Esa 'casa' era el nexo de unión familiar, un sentimiento que dolorosamente parecia haber perdido sentido.

Ella se había criado de otra manera.
A sus padres se dirigía siempre de usted, ‘padre’ y ‘madre’. Al colegio fue el tiempo necesario para aprender las letras y los números.
A partir de ese momento su vida se limitó a coser y bordar el ajuar que se llevaría tras la boda y ayudar a su madre para aprender a ser una buena ama de casa.

Sus padres no dejaban de repetirle que tenia que dar gracias al Altísimo por vivir en la Capital, porque si hubieran estado en el pueblo su obligación seria ayudar a padre en el campo durante el día y sólo cosería por la tarde.
Madre no había sido bendecida con más hijos y eso hacia que toda la responsabilidad cayera sobre ella.

Tuvo novio a la edad que tenía que tenerlo y con la aprobación de padre y madre. Nunca dieron motivo para habladurías o cotilleos y se casaron pasado el tiempo que acordaron los padres de ambos.
Dios quiso darles cinco hijos sanos y fuertes para orgullo de su esposo y el suyo.

Se acordaba ahora de la Paca que andaba seca y enlutada desde que pasado el tiempo no se embarazó y nunca lo logró.
Pero el sinvergüenza de su esposo iba preñando a toda guarra que se dejaba. Y bien que se lo restregaba a la Paca.
- Estás seca mujer, que yo soy hombre y hago hijos.

Sus hijos no les llamaron de usted, pero nunca le importó.
Se educaron bien, les enseñaron buenos modales, fueron al colegio y a la universidad.
Eso si, cada uno tuvo más de un novio y eso ella no lo entendía. Como que pasaran los años y ninguno se casara.
Tenia ganas de nietos y a ese paso creía que no llegarían. Pero llegaron y se sintió feliz. Creyó que disfrutaría de ellos y les vería crecer.
Se equivocó, fueron a guarderías, tuvieron niñeras que les recogían y les daban de merendar.

(continuará)

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28 agosto 2013

Me gusta escucharlo

El Interior Secreto: Me gusta escucharlo
Ella preguntó:
- ¿Me quieres?

Y él contestó mientras la abrazaba:
- ¡Claro que te quiero! 
¿Por qué lo preguntas?

- No sé ...

- ¿No te lo demuestro cada día?

- ¡Si!

- ¿Entonces?

- Me gusta escucharlo.
A veces necesito que me lo digas.

Él sonrió y tras un beso le dijo:
- ¡Te quiero!

Ella sonrió le devolvió el beso
y le susurro al oído:
- ¡Te quiero!




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26 marzo 2013

Ha regresado

Ha regresado

Hay en el aire un olor diferente, una luz que ilumina más, unos colores brillantes, ...
Es la Primavera. La que todo altera, sensaciones, adrenalina y, las siempre nombradas, hormonas.

Ella es inquieta, aparece o esconde y, poco a poco, su presencia prolongará cada día dejando un tiempo pequeño a la noche.

¿Sientes como huele la lluvia? No es a oscuridad, es olor a tierra mojada, fresca y limpia.
¿Ves el azul del cielo y esas nubes blancas?  Son diferentes, luminosos, invitan a reír, disfrutar.
¿Escuchas la bienvenida de los pájaros? Vuelven para regalarnos nuevas y pequeñas vidas.
¿Te has fijado en los árboles? Empiezan a despertar y ya tienen alguna hoja en sus ramas.
Respira ¿No ves lo qué está pasando? Es el renacer de la Naturaleza, de la Vida.

Los tonos verdes parecen infinitos. Hay brotes nuevos que se confunden con el amarillo, los que están creciendo casi alcanzan ya su tonalidad aceitunada, y aquellos primeros que nos sorprendieron, ya lucen su reluciente color verde, del más claro al más oscuro.

¿Hay una flor más sencilla y hermosa que la margarita? Recuerdos de un 'me quiere, no me quiere'.
¿Más frágil que el diente de león? Cierro los ojos, pido un deseo y soplo muy despacio. Veo como vuelan hasta su destino los sueños.
¿O, qué a pesar de su corta vida, pinte de un rojo tan intenso el paisaje como la amapola? Sorprenderme al descubrir sus pétalos casi transparentes.

Ya está aquí, ha regresado la Primavera, la que perturba y agita nuestro cuerpo reclamando el Calor de otro cuerpo, y Cariño, y Caricias, y ...
Disfrutemos de este nuevo Renacimiento, recibamos el bautismo de la Esperanza.

A partir de ahora se impone la Alegría.
Ahora el Mundo es verde, el color de la Esperanza.


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16 noviembre 2012

Cocinando momentos

Cocinando momentos

Entrantes:
Te propongo algo divertido y jugoso que con, sólo, una pizca de sal reavive los sentidos.
Un vino blanco frío y afrutado calmará nuestra sed.

De primero:
¿Te parece bien algo templado?
Para continuar entonando nuestros cuerpos podemos mezclar la frescura con la calidez, al estilo mar y arena, con un buen aliño de ternura y descaro.

El segundo:
Contundente.
El vino será rojo pasión, con sabor y cuerpo que huela a tiempo imperecedero.
Sólo un plato para compartir en el que humee un fundido que envidien nuestros labios.
Irresistiblemente yo buscare tu lengua, tú encontrarás la mía.

De postre:
Algo dulce y excitante, una parte de chocolate y otra de canela, que convertirá nuestro menú en el incomparable inicio final.

Para terminar:
Descorcharemos un espumoso y frío cava para brindar sin dejar de mirarnos.

¿Quieres repetir?

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24 septiembre 2012

Llegó y se quedará

Llegó y se quedará

La primavera llegó con la luz, los colores vivos y recién nacidos. La sangre acelerada, el cuerpo, el pensamiento y los sentimientos.

El contraste a ese cumulo de sensaciones es el otoño, y ya está aquí.

Los tonos que muestra la naturaleza mientras se desnuda, son un regalo para los sentidos. Todos los verdes, marrones, rojos, ocres, amarillos, plata, oro, ... fundiéndose entre si como queriendo formar un arco iris, una sinfonía de color que inspira tranquilidad.

El agua corre tranquila esperando las lluvias y deshielos. En los lechos de los ríos se respira paz

Ese olor a tierra mojada, el movimiento de las hojas que parecen bailar con el suave sonido del agua, mientras disfruto del mejor de los cuadros jamás pintado, eso es la serenidad.

Caerán las hojas y los arboles parecerán desaliñados. Es el ciclo de la naturaleza, sólo descansan hasta la primavera.
Es momento de que se recuperen de tanto como nos ofrecen.

No es el otoño la estación de la tristeza, para ella está dedicado el cruel invierno.

El otoño es tiempo de suavidad y palabras cálidas.
El otoño es momento de reencuentros.


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30 mayo 2012

Privilegio

El interior secreto: Privilegio

Es una tarde de cielo azul, despejado y luminoso. Calor, mucho calor, lo habitual en verano.

Cierras los ojos y te sumerges en el agua refrescante que imaginas pero los abres de nuevo para unirte a la informal y relajada reunión.

Risas, conversación animada y buena compañía hacen que te sientas realmente cómodo.

Descubres que, de reojo unos y descaradamente otros, admiran la suave y delicada piel, apenas cubierta por un ligero vestido, de quien se sienta a tu lado.

Y sonríes, sólo tú tienes el privilegio de poder acariciarla.

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18 octubre 2011

¿Bailamos?

 ¿Bailamos?

- ¿Bailamos?
- Pero …  si no nos conocemos.  
- Nos conoceremos.
- ¿Y los obstáculos que nos rodean?  
- Los saltaremos.
- La gente nos mirará.
- ¿Acaso importa?
- No quiero que me juzguen.
- No lo harán, me encargaré de que así sea.
- Verán como me coges de la mano mientras sujetas mi cintura.
- Sólo con mirarte ese ha sido mi deseo.
- Me halagas.
- No es halago, confieso lo que sentí al verte.
- ¿Y sólo con mirarme sentiste?
- Más de lo que las palabras pueden decir.
- Acepto. Me gustaría bailar.
- Pues bailemos hasta el amanecer.
- ¿Podemos bailar sin peligro?  
- Déjate llevar. Nada ni nadie nos interrumpirá.
- ¿Como si estuviéramos solos?
- Cierra los ojos. Ya estamos solos.
- Bailemos entonces. 

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17 mayo 2011

No sabían por qué

No sabían por que

No sabía cuando, ni tampoco por que, únicamente que de repente se vio buscando aquellos ojos y que según pasaba el tiempo esa búsqueda se convertía en atracción y, ésta, en amor. Hacía lo posible por encontrase con aquellos ojos, pero para ella era tan sólo un amor platónico, se convencía a si misma de que lo que ella sentía no era ni podía ser reciproco, pero disfrutaba en silencio de aquel sentimiento con el que estaba reviviendo sensaciones olvidadas. Era un sueño, tan sólo era un sueño para ella.

Él si sabía cuando, pero tampoco el porque, únicamente que de repente se vio buscando aquella mirada y que según pasaba el tiempo esa búsqueda se convirtió en atracción. Hacía lo posible por encontrase con aquella mirada. Disfrutaba en silencio de aquel sentimiento con el que estaba reviviendo sensaciones olvidadas que no encajaban en su personalidad ni en su vida. Era un sueño, tan sólo era un sueño para él.

Aquellas miradas se volvieron cada vez más descaradas por ambas partes, pero los dos tenían responsabilidades familiares y se fue pasando el tiempo sin que ninguno dijera nada, pero sintiendo cada vez más la cercanía.

El descaro de sus miradas era cada vez más evidente y, poco a poco, se fueron dejando llevar.

Hasta que él no pudo más y le contó lo que sentía. Ella no daba crédito a lo que estaba escuchando, eran las palabras con las que llevaba tanto tiempo soñando, sentía una mezcla de sorpresa, incredulidad y vértigo, pero no pudo callar y le confesó lo que durante tanto tiempo había llevado en silencio.

Ella tuvo claro desde el principio cual era la situación y la asumía, disfrutaría de él mientras aquella relación durara lo que tuviera que durar. Sabía que le quería, no le cabía ninguna duda, pero también que era la parte prescindible en la vida de él.

Hubo momentos inolvidables, palabras de las que se graban en el corazón, horas que los dos contaban para volverse a encontrar. Sólo eso, tan sólo conversaciones, juegos de palabras y confesiones. No hubo más, no tenían prisa, querían asegurarse de que no era tan sólo un sueño. Ella estaba segura de que no lo era, pero él empezó a dudar, a sentirse culpable y algo empezó a fallar.
Ella sabía que el adiós llegaría en cualquier momento, había empezado a conocerle y estaba segura de que antes o después él daría por finalizada aquella relación que apenas había empezado.

Y el adiós llego disfrazado de un hasta luego. Él tenía tantas dudas, sentía tanta culpabilidad que necesitaba darse un tiempo. Y ese tiempo se convirtió en un trato consigo mismo en el que ella no entraba, todo lo contrarío, quería que desapareciera de su vida y así lo hizo.

No hubo más miradas, aquellos ojos no volvieron a encontrarse y ella empezó a sentir un inmenso vacío, le seguía queriendo pero deseaba con todas sus fuerzas que él fuera feliz. Lo que nunca esperó era que aquel adiós se convirtiera en cruel y empezaron las dudas sobre si lo que él le había dicho de forma tan especial había sido real, si lo había sentido de verdad.

Nunca lo supo, el silencio fue lo único que escuchó. Le dolía en el corazón pero siguió esperando una palabra, quizás algún día ...

FIN  


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06 agosto 2010

¿Sólo palabras?

¿Sólo palabras?
Ella preguntó:
- ¿Me quieres?

Y él contestó mientras la abrazaba:
- ¡Claro que te quiero! 
¿Por qué lo preguntas?

- No sé ...

- ¿No te lo demuestro cada día?

- ¡Si!

- ¿Entonces?

- Me gusta escucharlo.
A veces necesito que me lo digas.

Él sonrió y tras un beso le dijo:
- ¡Te quiero!

Ella sonrió le devolvió el beso
y le susurro al oído:
- ¡Te quiero!


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20 julio 2010

Una noche, un deseo

Una noche la Luna me concedió un deseo.

Una ilusión de ojos enormes y un color que cambia con el animo y el tiempo.
Una sonrisa que ilumina más que el Sol y de la que depende mi alegría.
Soñadora y sin temores, mimosa y juguetona.

Sangre de mi sangre y mi vida.

Años después la Luna me concedió de nuevo un deseo.

Otra ilusión de ojos enormes y pestañas eternas. La misma sonrisa inmensa y luminosa de la que depende mi alegría.
Curioso y juguetón, rápido y divertido.

La sangre de mi sangre le devolvió el color a la mía y a mi vida la sonrisa.


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11 abril 2010

Menú recomendado

El interior secreto: Menú recomendado

Entrantes:
Te propongo algo divertido y jugoso que con, sólo, una pizca de sal reavive los sentidos.
Un vino blanco frío y afrutado calmará nuestra sed.

De primero:
¿Te parece bien algo templado?
Para continuar entonando nuestros cuerpos podemos mezclar la frescura con la calidez, al estilo mar y arena, con un buen aliño de ternura y descaro.

El segundo:
Contundente.
El vino será rojo pasión, con sabor y cuerpo que huela a tiempo imperecedero.
Sólo un plato para compartir en el que humee un fundido que envidien nuestros labios.
Irresistiblemente yo buscare tu lengua, tú encontrarás la mía.

De postre:
Algo dulce y excitante, una parte de chocolate y otra de canela, que convertirá nuestro menú en el incomparable inicio final.

Para terminar:
Descorcharemos un espumoso y frío cava para brindar sin dejar de mirarnos.

¿Quieres repetir?

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13 julio 2009

Reaparece el color

El Interior Secreto: Reaparece el color

Se ha hecho tarde. Ando deprisa. Empieza a llover y no llevo paraguas. Me paro y dejo que las gotas de agua mojen mi cara, no importa, incluso me alivia.

Es lluvia de primavera, la que huele a limpio, a tierra y hierba. Es el agua que trae vida nueva, repara la herida y resucita la desahuciada.

Me estoy mojando y la gente me mira ¿Y que? Estoy recibiendo un nuevo bautismo, el de la esperanza.

A partir de ahora el mundo cambia, nos despojamos de los abrigos y lucimos una piel nueva, la que atrae las miradas, esa que apetece acariciar aunque sea desconocida. La luz es brillante y dura más para poder recuperar hábitos perdidos, pasear, conversar en una terraza con los amigos y acostarnos tarde. La oscuridad quedará limitada a la noche y al sueño.

Vuelven los sonidos olvidados, los niños jugando en la calle, las hojas de los arboles y los pájaros.
Nuestro cuerpo nos pide el calor de otro cuerpo. Queremos caricias y damos cariño.

Poco a poco reaparece el color. El gris de los arboles se corona en verde y las flores nos regalan su mejor pose. Las camisetas recuperan su protagonismo y mires donde mires encuentras toda la gama de colores.
A partir de ahora se impone la alegría, para unos llega el final del curso y para otros se acercan las vacaciones.

No me miréis, disfrutad del renacimiento. Mirad más allá de vuestro ombligo y respirad ¿No veis lo que está pasando?
Se ha hecho tarde pero no me importa, ando despacio, sintiendo la lluvia.

Ya llegara el otoño y después el invierno y nos volveremos a esconder entre nuestros abrigos y la oscuridad, pero para eso aún queda mucho tiempo.

Ahora el Mundo es verde, el color de la esperanza.

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